La subida de precio de los carburantes afecta ya de una forma muy directa al bolsillo de los consumidores. Tanto como que llenar el depósito de un coche --con una capacidad de 40 litros-- cuesta hoy entre 6 y 8 euros más que hace un año, cantidad que varía según el carburante utilizado.

Los datos que maneja el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio confirman que a lo largo del último año el precio de la gasolina se ha incrementado en la región entre un 15% (la sin plomo) y un 26% (el gasóleo). De hecho, en estos momentos la única variedad en la que el litro cuesta menos de un euro es el gasóleo, aunque parece que no será por mucho tiempo.

A la hora de calcular los efectos reales de esta subida, no hay más que aplicarla a un caso práctico. Un extremeño con un coche que tenga un depósito con una capacidad de 40 litros pagaba en agosto del año pasado una media de 35,6 euros por llenarlo con gasolina sin plomo de 95 octanos. A día de hoy llevar a cabo la misma operación le cuesta 41,2 euros. En el caso de la gasolina súper, el precio ha pasado de 38,4 a 44,7 euros y si se trata de un vehículo diésel su propietario habrá pasado de pagar 30 euros a desembolsar 37,8 euros. Es decir, una subida de entre 5,6 y 7,8 euros por usuario. Además, y después de mucho tiempo, en estos momentos no hay ninguna gasolinera extremeña entre las más baratas de España en ninguno de los carburantes.

PRECIOS DIFERENTES También hay que tener en cuenta que dentro de la propia comunidad extremeña hay algunas diferencias entre los precios que ofertan las diferentes estaciones de servicio. En concreto, un usuario puede ahorrarse hasta cuatro euros si llena el depósito de su vehículo en las estaciones de servicio más baratas de la región. Según indica el último boletín del Ministerio de Industria, en gasolina súper los mejores precios son los que se ofertan en Valverde de Leganés y Pinofranqueado, y en las grandes ciudades en Almendralejo (carretera de Alange) y Navalmoral de la Mata (en la carretera de Jarandilla). En gasolina sin plomo de 95 octanos los precios más bajos se encuentran en Perales del Puerto y Olivenza, mientras que en gasóleo están en Valverde de Mérida y de nuevo Perales del Puerto.

El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Extremadura, Casto Bravo, explica que, además de los consumidores, los propios empresarios están pagando las consecuencias de esta situación. Bravo recuerda que ellos cobran un porcentaje en función de los litros vendidos y no de la facturación económica. Así, desde que se inició esta subida sin fin del precio de los carburantes la gente echa menos gasolina, "normalmente diez, quince o veinte euros, pero ya casi nadie llena el depósito".

Lo peor es que no se trata de una situación coyuntural "y ya se habla de que podemos seguir así hasta el 2007". A su juicio, sólo hay dos soluciones posibles a esta crisis: "que las petroleras no apliquen siempre las subidas del petróleo, que bastantes beneficios tienen ya; o que al menos se cree el gasóleo profesional". A esto se suma que, según reconoce, "no hay relación entre las subidas y las bajadas del petróleo y la gasolina", puesto que cualquier subida de la materia prima se aplica de forma automática y proporcional y no ocurre lo mismo cuando baja su precio. Para Casto Bravo, el sector empezará a notar el efecto real de esta crisis a partir de septiembre, cuando prevén una fuerte caída del consumo de combustible.