"Trabajo 40 horas semanales, de lunes a sábado, y me levanto todos los días a las seis de la mañana. En verano hay que empezar temprano porque no se puede trabajar tarde con tanto calor". Con estas palabras cuenta M Angeles cómo es un día normal de su jornada laboral. Ella, como tantas otras mujeres extremeñas, es temporera en la recogida de fruta.

Desde que tenía 20 años es jornalera y lleva dedicada a ello ya 22. Afirma que no se plantea trabajar en otro sector a pesar de que el campo "es muy duro, pero me gusta mucho. Me crié en él, pues mi padre era parcelero y no me imagino estar en una tienda, por ejemplo", dice. Su marido también es jornalero. Tiene una hija que estudia. M Angeles realiza todo tipo de labores agrícolas, dependiendo de la temporada: desde el entresaque en primavera hasta la poda en invierno. "Se hacer de un poco de todo".

Además, ha estado contratada en una central de frutas de su zona, las Vegas Altas de Guadiana, pero confiesa que no le gusta nada y que prefiere hacerlo bajo el sol. El resto del año está dedicada también a la agricultura, en cualquier labor que marque la temporada. Es una empleada habitual en la empresa para la que trabaja, Tany Nature. Afirma que "no he notado muchos cambios en el número de contratados respecto años anteriores, la mayoría somos los mismos, los que ya nos conocemos y de la zona". No hay extranjeros contratados donde ella trabaja, aunque si los hubo en anteriores campañas. En el campo sigue habiendo más mujeres que hombre en esta época.