La Virgen de los Dolores y el Cristo de la Humildad, en la Oración en el Huerto, se abrieron paso por las principales calles del centro de Badajoz después de hacer esperar más de una hora al público congregado para contemplar estas imágenes. La salida de la iglesia de la Concepción se retrasó a causa de la lluvia, que amenazó en todo momento con echar a perder esta procesión, conocida en la ciudad como la de los comerciantes , por lo que tuvo que acortarse el recorrido y el cortejo desfiló con más prisas de lo habitual. En lugar de pasar ante las puertas del antiguo Hospital Provincial y por el paseo de San Francisco, se optó por acortar por la avenida Juan Carlos I en dirección a la plaza de la Soledad por Francisco Pizarro.

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima de los Dolores fue fundada por el gremio de los comerciantes de la ciudad el 12 de octubre del 1963, al parecer en el convento Madre de Dios, actual iglesia de San Andrés. Por ello, en la procesión se pudo ver ayer una amplia representación de este gremio, junto con las autoridades y dos escuadras de la Brigada Mecanizada Extremadura XI, hermana honorífica de la cofradía, que escoltaban a ambos pasos.

La imagen de María Santísima de los Dolores, una talla anónima del siglo XVII, lucía un manto de terciopelo color crema bordado en oro por las monjas trinitarias hace más de medio siglo y que llevaba más de 15 años sin salir. Rodeada de claveles blancos y un centro de rosas de color beige, portaba una espléndida corona de plata, obra antigua de los talleres pacenses Alvarez Buiza. La Virgen desfiló bajo un palio de cajón, realizado en terciopelo negro y bordado por el artista pacense Juan Manuel Expósito Alvarez, y fue portada por 35 costaleros.

Entre claveles rojos salió el paso de la Oración en el Huerto, talla anónima también del siglo XVII, con el misterio de los tres apóstoles y un ángel que acompaña al Cristo, obra del imaginero pacense afincado en Sevilla Eduardo García Gallardo. El paso lleva tallados los cuatro evangelistas en las esquinas. Este año lucían unos medallones en bronce que daban mucho realce al paso y que representan los siete dolores de la Virgen.

Unos 250 nazarenos desfilaron junto con la Banda de Cornetas y Tambores Cáceres 2016 y la de Villanueva del Fresno.