La climatología impidió que salieron dos de las tres procesiones del Viernes Santo en Badajoz, las del Santo Entierro, desde la iglesia de Santa María de la Real, conocida como San Agustín, y la de la Soledad, sin corona. Esta es la procesión penitencial conocida como del Rosario, porque acompañan a la imagen de la Virgen cientos de mujeres portando velas, de luto, con velos y mantillas, y algunas descalzas.

Pero la lluvia no pudo con la procesión del Silencio, la primera procesión de penitencia que salió en Badajoz y que hace su recorrido en la madrugada del Jueves Santo al Viernes Santo, con 700 nazarenos extendidos en una línea de dos kilómetros, que caminan descalzos o arrastrando sus zapatillas de esparto a contratiempo con las horquillas de hierro con que sujetan el paso del Cristo de la Paz, a golpe de timbal.

RECORRIDO COMPLETO Esta procesión realizó su recorrido completo, a pesar del agua, que le aportaba un elemento más estremecedor si cabe, sobre todo a su paso por los jardines y la puerta de Trinidad, en la parte alta de la ciudad, así como su paso por corredor oficial, y se recogió alrededor de las cinco de la madrugada.

No obstante la lluvia, la Hermandad de la Soledad, que tuvo una primera intención de sacar la Virgen al menos a la puerta de la ermita, ante la imposibilidad de hacerlo celebró una oración y un rezo del Santo Rosario en el interior del templo.

Por otro lado, la Semana Santa de Badajoz ha concluido en cuanto a procesiones se refiere, pues la última prevista era la de esta madrugada, el encuentro de la Virgen de la Aurora con el Jesús Resucitado, que al cierre de esta edición no se sabía si podría salir o no.