La gran cantidad de lluvia que está cayendo en Extremadura provocará que las personas alérgicas al polen de las gramíneas puedan tener mayores problemas respiratorios y en los ojos. Así lo anuncian los expertos, que apuntan una primavera "más intensa", más perjudicial, que la del pasado año por esa mayor cantidad de agua caída, que va a dejar "una concentración muy alta de polen de gramíneas y que conllevará bronquitis, rinitis y conjuntivitis", explicó ayer el alergólogo Indalecio González Galán, que lleva más de 40 años de trabajo en Extremadura al frente del departamento de Alergología del hospital Infanta Cristina y autor de numerosos estudios de niveles de polen en la región. Este especialista ratifica las previsiones realizadas también ayer por el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Inmunología Clínica (Seaic), ya que las concentraciones acumuladas de polen de gramíneas de abril a julio superarán en España los 5.100 granos por metro cúbico de aire (2.800 en el 2009).

Las gramíneas suponen el 20% de la superficie vegetal del mundo y en Extremadura "estamos a la cabeza de España en cuanto a las cifras de polen". Los pastos son básicamente gramíneas, así como el trigo, la cebada, el centeno, el maíz, la avena, el arroz o la caña de azúcar, que son buenos ejemplos para explicar la dimensión de las personas que tienen alergia a este tipo de polen.

El doctor González Galán insiste en que la la concentración de este tipo de grano será más elevada este año, y aclara que "los alérgicos que no se hayan vacunado estarán más afectados y tendrán que tomar más medicación"; por ello, reitera, "es tan importante vacunarse antes". Quienes lo hayan hecho, comenta, "tendrán una vida prácticamente normal si se cuidan".

En este sentido, el coordinador del Seaic, Javier Subiza, señaló ayer que sufrirán más los alérgicos de la "España seca"; es decir, los que vivan en Madrid, Castilla La Mancha, Extremadura y el norte de Andalucía. Además, casi un 25% de la población presenta rinitis y entre el 5% y el 10% asma.

Por ello, es aconsejable que estas personas no salgan de casa si no es necesario, menos los días de viento, que tomen algún antihistamínico, y que utilicen mascarillas y gafas de sol.