La placentina Pilar García Nieto fue uno de los diez extremeños homenajeados ayer con motivo del Día Regional del Donante por su solidaridad en la donación de sangre. A sus 64 años, ha donado ya un total de 52 veces y, si no fuera porque el próximo año cumple los 65 años y ya no podrá donar más, no se cansaría de hacerlo.

--¿Qué la llevó a empezar a donar sangre?

--Pues me animó mi marido. Yo empecé en el año 1971 y él lo había hecho un año antes y después resulta que él no ha podido seguir donando porque tenía la tensión baja y aún hoy la sigue teniendo. Yo he intentado animar a los que tengo cerca, como a mi hija, pero tampoco puede donar, creo que por un problema de glóbulos.

--Tras el primer paso, ¿cada cuanto tiempo ha seguido acudiendo a donar?

--Las mujeres solo podemos donar cada tres meses así que lo he venido haciendo cada tres meses, excepto alguna ocasión en que me han llamado del hospital pidiéndome que fuera a donar porque necesitaban sangre de mi grupo. Hubo incluso una ocasión en que me llamaron justo un día después de haber donado porque un señor lo necesitaba y yo me arriesgué y lo hice.

--Debe aportarle mucho donar su sangre...

--Es una satisfacción que no te lo puedes imaginar. Donar sangre recompensa muchísimo. Lo único que siento ahora es que solo me quedan dos veces por donar porque el próximo año cumplo los 65 y a partir de ahí, ya no puedo, aunque yo me siento bien.

--Por tanto, recomienda la donación...

--Sí sí. Yo se lo digo a toda la gente que puedo, sobre todo a los que tengo más cerca, pero hoy día los jóvenes son muy reacios y siempre están con eso de que si el pinchazo, que si se marean. Pero hay que saber que donar sangre no es para tanto. El pinchazo ni se nota y en todas las veces que he donado sangre yo nunca me he mareado ni he dejado de donar. Solo asusta la primera vez, hasta que donas.