Dicen que el amor no entiende de edad, pero tampoco de capacidad o discapacidad y el mejor ejemplo de ello son Juan José Alcón García y Mamen López Antón. Ambos son miembros de la Asociación de Personas con Parálisis Cerebral (Aspace) de Plasencia y, lejos de convertirse en un obstáculo para mantener una relación, fue Aspace quien les unió. Porque como explica Juanjo a través de su ordenador: "Yo entré en Aspace para hacer deporte y allí estaba ella. La primera vez que la vi parecía una trabajadora de la asociación, iba muy bien puesta". Fue "un flechazo" hace 16 años. Juanjo cuenta además que después hubo celestinos que les decían "mira qué chica tan guapa e inteligente y qué chico tan guapo y qué bien maneja los ordenadores".

De ser pareja deportiva pasaron a ser pareja en la vida real porque, como dice Juanjo "el roce hace el cariño". Y tanto es el cariño y el amor que se tienen que, hace ocho años, decidieron irse a vivir juntos en un piso próximo al de la madre de Mamen, Sofía, testigo de excepción de ese amor. De hecho, la propia Sofía cuenta que "ellos van juntos a todas partes. Si hacen alguna salida y uno no puede ir, el otro tampoco va, no se dejan solos". Juanjo se expresa a través del ordenador y Mamen, con esfuerzo, le hace de intérprete, por eso, Sofía recuerda que más de una vez ha dicho que "Mamen es sus pies, sus manos y su boca".

Han pasado por los mismo altibajos que cualquier matrimonio, pero se quieren "igual que el primer día". Se lo demostrarán hoy, como hacen cada año: "Les gusta San Valentín. Juanjo suele regalarle flores y Mamen bombones o pasteles".