Los presidentes de Cataluña, Valencia, Murcia, Baleares y un representante del gobierno andaluz comparecen hoy en Bruselas para reivindicar el Corredor Mediterráneo y presionar a la Unión Europea para que priorice un eje de mercancías transnacional que discurre por la costa mediterránea, frente al Eje 16 --por el centro del país y Extremadura hasta su salida a los puertos de Sines y Algeciras-- y el corredor del Cantábrico --por el norte del país--.

Artur Mas, Albert Fabra, Ramón Luis Valcárcel y José Ramón Bauzá, entre otros dirigentes políticos y agentes sociales y empresariales de estas comunidades, se desligan así del proyecto común que España ha presentado en Bruselas --que engloba los tres corredores-- y han organizado esta tarde un acto reivindicativo y multisectorial con el que quieren dar preferencia al corredor Mediterráneo antes de que la Comisión Europea dé a conocer el borrador sobre la Red Ferroviaria Central Transeuropea.

Estos dirigentes comparten la idea de que el corredor del este es "imbatible" y el "único rentable", y con estos argumentos intentarán convencer a los gobernantes de la Unión Europea de que invertir en este eje de forma preferente "es la manera más eficaz de remontar la maltrecha economía española". También venderán la infraestructura como la única opción que tiene España para convertirse en una plataforma logística intercontinental y como un proyecto que puede llegar a concentrar el 60% del tráfico terrestre de mercancías y beneficiar al 40% de la población española, con el objetivo de desmarcarse en la propuesta conjunta del ministerio.

Para este encuentro, los presidentes llevan datos en la mano y han cuantificado el ahorro que supondrá prescindir de la carretera y usar el ferrocarril para el transporte de mercancías en el periodo 2016-2045: 30.000 millones de euros. También lo han traducido a un ahorro de tiempo que significaría guardar 36.500 millones y dejar de emitir un millón de toneladas de CO2 al año. Todo ello sin contar el impacto favorable para la economía de las regiones más directamente implicadas, que sería del 1% del Producto Interior Bruto durante los diez primeros años, una vez realizadas las inversiones. Y así lo expondrán en la conferencia hoy.

APOYOS

El Ejecutivo de la UE dará a conocer su decisión definitiva el próximo 19 de octubre, y se sabrá entonces si la UE aceptará los tres ejes ferroviarios propuestos en por el Gobierno de España o si finalmente las presiones de algunas comunidades, como las del Eje Mediterráneo, surten efecto si Bruselas decide limitar la inversión a uno o dos de los corredores. Lo que parece claro a estas alturas es que la Comisión Europea se ha mostrado favorable al desarrollo del Eje Mediterráneo en más de una ocasión, como también lo ha hecho el ministro de Fomento José Blanco con el resto de corredores proyectados en el país, entre ellos el Eje 16. De hecho la semana pasada Blanco celebró un encuentro con los presidentes de Extremadura, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y Madrid para coordinar la defensa del proyecto central y de momento, la Junta de Extremadura no ha confirmado ningún otro encuentro.