Técnicos de WWF localizaron el pasado fin de semana el cadáver del alimoche Atlas, muerto supuestamente por envenenamiento, en una finca ganadera situada en la localidad de Siruela, al noroeste de la provincia de Badajoz.

Atlas fue encontrado gracias al emisor GPS con el que fue marcado por WWF. Junto al animal se encontraron los cuerpos de dos alimoches más, cuatro buitres negros, cuatro buitres leonados y dos busardos ratoneros, todos ellos especies protegidas. El sospechoso, que fue detenido por el Seprona, según indicó en nota de prensa WWF, ha sido puesto ya a disposición judicial.

Los técnicos de WWF se alertaron al ver que el alimoche Atlas, que había comenzado recientemente su viaje de migración de vuelta a la península, llevaba más de 72 horas en la misma localización sin moverse. Gracias a la precisión del emisor GPS que llevaba instalado, los técnicos han podido localizarlo junto al cadáver de un cordero recién nacido, que sirvió como cebo envenenado.

Tras avisar a los agentes medioambientales de la Junta de Extremadura y al Seprona, se procedió a una inspección ocular del lugar. En la misma los agentes detectaron otros dos cadáveres de alimoche, además de cinco buitres negros, cuatro buitres leonados y dos busardos ratoneros.

Muchos de estos restos aparecieron en el interior del tronco de viejas encinas, en un claro intento por esconder los cadáveres de las rapaces. A la espera de las correspondientes analíticas, "todos los indicios apuntan" según WWF a que "se trata de un caso de envenenamiento masivo y sistemático de fauna protegida".

Las posteriores pesquisas realizadas por los agentes han permitido identificar al ganadero, que portaba un bote con sustancias tóxicas en su vehículo. El sospechoso ha sido puesto a disposición judicial, añadió la asociación ecologista.

WWF agradece a los técnicos de la Junta de Extremadura, a los agentes medioambientales y a las patrullas del Seprona su "rápida" respuesta y su "total disposición" a llevar a cabo las actuaciones necesarias para detectar los cadáveres, proceder al levantamiento de pruebas e identificar al responsable.

Para el responsable del Programa de Especies de WWF, Luis Suárez, "se trata de una auténtica masacre que se estaba cometiendo con total impunidad y que se ha podido descubrir gracias al trabajo de seguimiento que WWF viene realizando desde hace un década".

Asimismo, añadió que "el veneno sigue acabando con las especies protegidas y las administraciones no pueden ignorar el problema" y defendió que "es necesario aplicar planes de lucha contra el veneno, intensificando las acciones de prevención, vigilancia, sensibilización y condena".

Atlas es uno de los dos alimoches que WWF había marcado con emisores satélite el pasado mes de junio, en el marco del proyecto de seguimiento de las poblaciones en la zona centro. Este proyecto, que la organización viene desarrollando en las Hoces del río Riaza y sus alrededores desde el año 2000, para frenar la extinción de este pequeño buitre, cuenta con una subvención del Ministerio de Medio Ambiente.

Atlas, y la hembra Vega, fueron los dos animales elegidos. Vega continúa aún en sus cuarteles de invernada en el África subsahariana y pronto comenzará también la ruta migratoria, atravesando zonas de gran peligro para su supervivencia, como tendidos eléctricos, aerogeneradores o disparos.