Una vez al mes, productores, la industria transformadora y los supermercados se sentarán en la sede de la Lonja de Extremadura para establecer unos precios mínimos, medios y máximos del jamón ibérico, paleta ibérica y el lomo ibérico que pagarán a los ganaderos productores y establecer dónde se queda cada céntimo en la cadena de precios hasta que el producto llega al consumidor.

Esta iniciativa es pionera en España y ha sido presentada esta mañana por el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez; y el presidente de la Lonja de Extremadura, Urbano Caballo. Además, señalaron ambos, se "mete claridad en el mercado", porque intervienen el productor, el que lo transforma, el que cura ese producto y el encargado de venderlo a los consumidores. Esa mesa de productos elaborados está formada por cooperativas, ganaderos, industrias y mataderos que venden despieces de ibérico como Embutidos Morato, Resti-Sánchez, Torres de Briz, Señorío de Montanera, Hermanos Agustín Taberneros y Canpipork; y por las marcas comerciales El Corte Inglés, Mercadona, El Árbol, Leclerc, Lider Aliment y Carnes el Corte. Lo normal es que esta mesa "tienda a establecer una línea más suave de los precios", indicó Caballo, que reiteró que la Lonja no entra a valorar los márgenes comerciales de las grandes superficies.

La cabaña de porcino ibérico en Extremadura ronda los 1,5 millones de cabezas. Para explicar la situación basta un dato. El observatorio de precios del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino registró en la primera semana de este año un precio en origen para el cerdo de primera categoría de 1,32 euros/kilo, mientras que ese mismo kilo de cerdo costó a los consumidores 5,57 euros.

Vázquez y Caballo explicaron que inicialmente esta mesa de productos elaborados del ibéricos se ciñe al jamón, paleta y lomo, pero que más adelante podría contemplar también otros alimentos como chorizo y salchichón. Además, insistieron en que con esta iniciativa se cierra el ciclo de comercialización en cuanto a precios para productos del cerdo ibérico, al haber ya una mesa de precios en origen y otra relativa a los precios para el despiece.