Un equipo multidisciplinar integra el grupo de investigación Urbanismo Sostenible y Paisaje de la Uex. El coordinador, Lorenzo García Moruno, pretende remover conciencias sobre la importancia del paisaje que se ve alterado por distintas construcciones, máxime en una comunidad como Extremadura que tiene tantas posibilidades de cara al turismo de interior. García Moruno no habla en su estudio sobre la posible ilegalidad de las edificaciones en zonas rurales aunque al analizar el suelo no urbanizable en el Valle de Ambroz --ahora trabajan en los alrededores de algunos embalses de Badajoz-- concluyen que solo el 9% de los edificios construidos se ajustan a la legislación.

--¿Este dato se puede extrapolar al resto de la región?

-- Nos marca una tendencia, la preocupación por la integración de las construcciones en el paisaje es aún escasa en Extremadura. Pero nosotros no hablamos de legalidad ni ilegalidad, porque no en todas las normativas aparece la preocupación por el paisaje. Y cuando aparece encuentras disparidad de criterios. Incluso si esos criterios son más o menos razonables, no siempre se cumplen.

--Y cada vez hay más construcciones en zonas no urbanas...

-- Es un problema que está ahí. Incluso en zonas en las que la población no está aumentando hay un crecimiento de la segunda vivienda.

--¿Qué objetivos persiguen?

-- Proponer una guía de criterios a proyectistas, arquitectos, planificadores y legisladores para que cuando tengan que hacer sus intervenciones en un entorno natural, tengan un apoyo fundamentado para hacer esos diseños y que no sea la intuición el único soporte.

--¿Cómo surge esta línea?

-- Otro miembro del grupo, Julio Hernández Blanco, y yo realizamos nuestras tesis en la Politécnica de Madrid sobre este asunto. Tras solicitar subvenciones para proyectos de investigación, hemos conseguido autonomía desde hace unos 5 años.

--¿Es complicado encontrar financiación?

-- Nos ha sido más fácil conseguir subvenciones a nivel nacional, de fundaciones y del ministerio, que a nivel regional. Y este detalle es muy importante ya que ese apoyo nos facilitaría perseguir objetivos que se centren en Extremadura. También nos resulta relativamente fácil despertar el interés de publicaciones internacionales, pero a nivel regional es difícil conseguir esa financiación.

-- ¿Qué metodología siguen?

-- Hay una base teórica sólida y el punto de inflexión en esta línea de investigación se produce con la capacidad de la informática de analizar elementos que de otra forma sería prácticamente imposible. Gracias a la informática podemos analizar los 6 elementos visuales en los que se divide cualquier escena: color, textura de los materiales, líneas, formas, espacio y escala.

-- ¿Y qué criterios son los fundamentales para construir en un entorno natural?

-- El principal elemento a cuidar es el color de la fachada y después el de la cubierta. También ayuda a mejorar esta integración la utilización de vegetación de gran porte, principalmente árboles, que ofrecen una visión filtrada de la construcción.

-- ¿Debe camuflarse?

-- No, una buena integración no tiene que conseguirse con una ocultación. Es más, la ambigüedad suele ser una mala solución. La construcción tiene que verse, pero hay que buscar mecanismos en el diseño que enriquezcan el entorno en el que se encuentra.

-- ¿Y hay que seguir los criterios de la arquitectura tradicional de la zona?

--Se obtienen unos buenos resultados creando una continuidad visual que se puede conseguir mediante un mimetismo arquitectónico --repitiendo pautas de la arquitectura tradicional-- o utilizando elementos naturales como base para generar los constructivos del edificio. Por ejemplo, determinar el color de la fachada dependiendo del color del terreno. La otra línea es la que denominamos contrastes compatibles, pero requiere una formación estética previa. Entonces, cuando el diseño está bien hecho consigue enriquecer la escena y las valoraciones son las más altas.