La gran oportunidad de Diego Díaz, de Valencia de Alcántara, para estrenar vehículo llegó hace dos semanas con el Plan 2000E. Hasta esa fecha llevaba un par de meses mirando coches de segunda mano porque no podía permitirse uno nuevo, y "la espera ha merecido la pena". "Estos 2.000 euros han sido el empujón definitivo", comenta mientras el delegado de ventas que le atiende en el concesionario Citroen de Cáceres le dice lo que se va a ahorrar: "7.700 euros en el C4 Picasso". Diego lo tiene claro, "me lo llevo". Sobre todo porque se beneficia de una rebaja importante, en la que se incluyen los 2.000 euros del Plan 2000E, una reducción de un 12% del IVA y la exención del impuesto de matriculación por su grado de minusvalía. El ya lo tiene claro porque le cuesta nuevo lo que hace unos meses le pedían por uno de segunda mano, aunque cree que "hay que esperarse un mes más porque seguirán bajando". Pero él está decidido y contento, también porque se ajusta al perfil que el Gobierno demanda para la concesión de esta ayuda.

Alegría que no comparte Pedro Angel García, que sentado en la mesa de al lado con el jefe de ventas de Citroen, se lamenta porque él no puede beneficiarse ya que no cumple un requisito. El coche que quiere emite más CO2 de lo permitido y no está dispuesto a cambiar sus preferencias. "Me parece fatal porque yo no me llevo nada", asegura mientras se va del concesionario cacereño con la información en la mano.