El cabo primero Antonio Jara, de 40 años, casado y con dos hijos de 6 y 11 años, vive en Cáceres y es auxiliar de registro y archivos en Logística en la Base Cervantes. Su día a día no le depara "nada especial", pues no se ha visto involucrado, en ninguna alerta, "lo hacemos todo dentro de la base", explicó, "y podemos llamar por teléfono y comunicar con la familia diariamente el tiempo que cada uno quiera; y cuando no estamos trabajando, pues estás en la biblioteca, o en internet, haciendo deportes o viendo una película". Dentro de sus funciones, en algún momento "salimos con el coche para ver que a la gente no le falta comida, o agua y que están bien aprovisionados". También habla de la amabilidad de los libaneses que "intentan ayudar en lo posible" y de que la situación es "tranquila". Esta es su tercera misión; estuvo en Bosnia e Irak y cuenta que "son países distintos pero situaciones idénticas para nosotros". Envía recuerdos a su "familia, compañeros y al Club de Piragüismo de Badajoz".