"Vimos que había nichos de mercado que podíamos cubrir, que había una buena oportunidad", explica Antonio Mendoza, un empresario que en abril del año pasado abrió, junto a dos de sus hermanos, el primer establecimento de MDZ bicicletas en Badajoz. Las cosas fueron bien y en diciembre llegó la apertura de una segunda tienda, también en la capital pacense. "Este es un sector en auge. Cada vez hay más gente aficionada a la bici aparte de ser un medio de transporte ecológico y barato", resalta Mendoza, que indica también que Badajoz resulta una ciudad "muy cómoda" para desplazarse con este medio de transporte. Aunque él es aficionado a la bici, subraya que la empresa no es fruto solo de su pasión por este deporte. "Un negocio hay que hacerlo con la cabeza, no con el corazón", argumenta.

Antonio Mendoza pertenece ya a la tercera generación dedicada al comercio. Tras la venta de su empresa familiar, Perfumerías Mendoza, a una multinacional, probó con la actividad inmobiliaria hasta que el sector "se dio el batacazo. A nosotros no nos pilló con suelo ni nada. No estábamos atados y lo dejamos", apunta. "Esto es más comercio puro y duro. Lo que nos gusta", remacha.