"Vine con fecha de vuelta, llegué aquí en noviembre del pasado año y siempre tuve claro que volvería en verano de este año, y eso es lo que finalmente he decidido. Por lo tanto, el brexit me ha cogido planeando mi vuelta", detalla Laura Sánchez Mera (Villanueva de la Serena, 23 años).

Los motivos que llevaron a esta graduada en Educación Social por la Universidad de Granada a emigrar hasta Gran Bretaña fueron dos. Por un lado, la oportunidad de mejorar su inglés. Por otro, el deseo de ahorrar algo de dinero. Primero pasó unos meses en Liverpool trabajando en un hostal a cambio de alojamiento y comida, para acabar finalmente en Norwich, una ciudad del este de Inglaterra en la que ha trabajado como ayudante de cocina. "Siempre pensé que un año en el extranjero sería positivo para mí a nivel personal, a pesar de tener que trabajar en empleos que requieren menor cualificación que la que en realidad poseo", aclara.

"Nadie sabe qué va a pasar ahora, el proceso de salida de la UE va a ser largo, creo que se ha pedido el voto sin saber muy bien las consecuencias", asevera Laura, para quien algunas de ellas "eran claras y ya están sucediendo: inestabilidad política y caída de la moneda". En relación a los residentes españoles en Gran Bretaña, considera que "se encuentran ahora en un momento de desconcierto, pero no podemos saber si esto impulsará el retorno de muchos de ellos hasta que no sepamos a qué acuerdos se va a llegar y de qué manera va a afectar a los inmigrantes europeos". Eso sí, lo que ve como más probable es que se produzca una disminución considerable "del efecto llamada" algo que, a largo plazo, supondría la recepción de un menor número de inmigrantes españoles.

Esta villanovense destaca que nadie esperaba que se produjera este resultado en el referéndum porque, argumenta, va en contra de los propios intereses económicos del país. Igualmente, indica que el debate leave versus remain ha tenido como consecuencia un auge de la xenofobia y de los discursos contrarios a la inmigración que, finalmente, "han calado entre las clases populares, que miran con recelo al número de personas que deciden encontrar su lugar en este país huyendo de la falta de oportunidades de sus países de origen". "En los medios el fenómeno migratorio ha sido calificado como plaga, inculcando el recelo y el odio hacia los inmigrantes europeos", apostilla.