La preferencia por lo más cercano está bien, pero el nacionalismo es una enfermedad del patriotismo". Así se expresó el ensayista y filósofo portugués Eduardo Lourenço, que ayer clausuró el curso Geometría variable. Los nacionalismos , en Agora. El debate peninsular , en Badajoz.

Consideró que el nacionalismo periférico es un fenómeno español que "preocupa en Portugal como vecinos y europeos", pues fue "uno de los motivos de la Guerra Civil", si bien no es un problema propio de su país y "por eso nos resulta difícil de comprender". "España no es la una grande y libre del pasado, ha admitido sus hechos diferenciales de modo racional y prudente y esa es la solución correcta. Ha dado fuerza a la autonomía y mantenido una armonía, ha sabido crear una una realidad de futuro", dijo.

Para Lourenço, las relaciones hispanolusas han cambiado pues nunca antes se han conocido tanto ambos pueblos. "Esta es una época de intercomunicación y nos conocemos más, aunque en profundidad, solos las élites, ya que las naciones tienden a ignorarse".

Sobre los nacionalismos no periféricos, afirmó que el de un Estado nacional es natural porque las naciones son nacionalistas por definición. El problema es el de los pueblos que han sido colonizados y reivindican su voluntad de independencia". Lourenço añadió que "otra cosa es no querer ser como el vecino; eso se convierte en peligro porque toda la Humanidad se convertiría en un clan".

Antes de la conferencia de Lourenço se celebró una mesa sobre literatura, con los profesores Inés Lage y José C. Seabra, María J. Fernández y Antonio Sáez. Por la tarde, el debate se centró en De qué se ríen los vecinos , con Ricardo Araujo, conductor de un programa El Gato Fedorento , muy popular en Portugal; Javier Coronas director de Ilustres ignorantes ; el guionista David Sánchez y la actriz Sofía de Portugal.