Más de 2 millones de personas mueren cada año por malaria, un parásito que presenta más de 200 especies que, por otro lado, infectan a millones de aves en todo el planeta.

Los avances médicos en la lucha frente a la malaria humana realzan la importancia de los estudios de malaria aviar, y aunque el enfoque del estudio de investigación Los efectos de la doble infección de malaria en la aves no es directamente el estudio del comportamiento de la malaria humana, sí conforma un conocimiento más que aspira a ser aplicado, en un futuro, al impacto de la misma sobre la población humana.

El estudio acerca de la doble infección de malaria en las aves ha sido dirigido por Alfonso Marzal, director del departamento de Ecología de la Universidad de Extremadura, conjuntamente con el profesor Staffan Bensch, del departamento de Ecología Animal de la Universidad de Lund, en Suecia. Tras seis años de trabajo de campo y de laboratorio han confirmado las teorías de recientes avances en técnicas moleculares genéticas sobre la infección por más de una especie de malaria en las aves.

En concreto, una muestra que se ha dilatado a lo largo de seis años, con la toma de datos en el campo sobre una colonia de pajaros denominados aviones comunes, situada en la residencia universitaria de Caja de Badajoz, en la capital pacense y su posterior análisis en uno de los laboratorios especializado en técnicas de secuenciación genética, en Lung, en el país escandinavo.

Según explica el profesor, la finalidad de la investigación era "encontrar un efecto aditivo perjudicial en la supervivencia, condición corporal y reproducción entre las infecciones simples y dobles de malaria en la aves", a través de un trabajo que ya ha sido publicado, en internet, en la revista Journal of Evolutionary Biology

En esta línea, los expertos descubrieron la gran mortalidad y el grave deterioro corporal en los individuos doblemente infectados. Sin embargo, estos individuos en condiciones tan perjudiciales, pusieron más huevos y criaron más pollos que individuos que sólo estaban infectados por una especie parásita. Un hecho, que según indica el investigador Alfonso Marzal, pone de manifiesto que "las aves pueden seguir diferentes estrategias reproductoras cuando su supervivencia se ve amenazada", por lo que la lógica "de uno más uno es igual a dos" no es aplicable. Así lo demuestra la respuesta de las aves en cuanto a la reproducción, de manera que ante la amenaza de no seguir viviendo "los individuos se esforzaban más en mantener su línea genética y perpetuar la especie".

El profesor Marzal, trabaja en la actualidad en un proyecto a nivel global junto con la Universidad de Missouri, el Instituto de Ecología de la Burgos, la Universidad Complutense o la Universidad de Bulgaria, sobre la dispersión de la malaria alrededor del mundo, desde la región mediterránea.