La exministra de Vivienda y cabeza de lista del PSOE por Cáceres en las pasadas elecciones generales, María Antonia Trujillo, que ha sido nombrada por unanimidad presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados, se muestra ilusionada ante este nuevo reto. Sostiene que esta comisión "va a ser una pieza clave en la legislatura" por ser su objetivo "contribuir a luchar contra el cambio climático y propiciar un desarrollo sostenible que pueda preservar la identidad de nuestro entorno natural".

Y también destaca Trujillo, por su importancia para Extremadura, el hecho de que en esta comisión coinciden ella como presidenta y el número uno del PP por Cáceres en los últimos comicios, Carlos Floriano, como portavoz de Medio Ambiente de los populares. Por esta presencia de ambos en la comisión, así como por la naturaleza de las cuestiones que se abordarán en ella, "de especial incidencia en una región como la extremeña, de marcado carácter rural", la diputada extremeña opina que "se trata de una ocasión muy importante para Extremadura".

--¿Por qué eligió esta y no otra comisión, como la de vivienda?

--Fundamentalmente porque en mi opinión la comisión de medio ambiente y agricultura es el futuro en nuestro país, pues va a tratar los temas que son los desafíos mundiales, como el cambio climático, las bioenergías, la conservación de la biodiversidad y la gestión del agua; y también todos los recursos agrícolas, ganaderos y pesqueros, y alimentación.

Y además de por ser una comisión de futuro, porque es una comisión muy territorializada, y Extremadura es una comunidad muy importante para lo que se pueda aportar en ella, una comunidad que tiene intereses muy importantes en relación con estos temas.

--Temas de futuro, e importantes.

--Así es, pues también compete a esta comisión todo lo referente a la política agraria comunitaria, algo que es realmente importante para Extremadura, no solo desde el punto de vista económico, sino también social, ya que en Extremadura más del 11% de la población trabaja en el sector agrario.

Y sin tener en cuenta la importancia para Extremadura en sí, hay que decir también que la política agraria comunitaria es una garantía, cada vez mayor, de preservar el medio ambiente de todos los riesgos que puedan existir, y de facilitar a la sociedad lo que la sociedad pide.

--Parece que su elección ha sido, más que nada, por Extremadura.

--Yo siempre pienso en mi región al hacer cosas, pero insisto en que si he elegido esta comisión y no otra es por dos motivos fundamentales: porque es una comisión de futuro y en ella estarán los actuales desafíos mundiales, y porque para Extremadura, que como comunidad es un fiel reflejo de lo que es esta comisión y tendrá mucho que decir en los temas que la misma aborda, puede ser muy importante tener un portavoz y un altavoz de todas estas políticas, como pueda ser yo desde su presidencia.

--Es, por los asuntos que aborda, una comisión de futuro, pero también conflictiva, ¿no?

--Amplia y compleja, de hecho yo ya tengo sobre la mesa peticiones de reuniones de muy diferentes sectores, como ganaderos, organizaciones agrarias, ecologistas, consejeros de distintas autonomías, de sectores de energías renovables... Y claro, será una comisión en la que probablemente puedan existir intereses contrapuestos, pero mi función será reunirme con todos, escuchar sus opiniones y, cuando proceda, llevarlas al debate parlamentario a través de los grupos políticos.

--¿Le preocupan esos posibles conflictos que puedan surgir?

--Soy consciente de que tengo que tener mano izquierda, sabiendo conjugar mi opinión y postura como política, y como política socialista y extremeña, y la institucional. Como presidenta de esta comisión tengo una posición institucional, una posición en el debate parlamentario, en el que tengo que garantizar las iniciativas, tanto de mi grupo como de la oposición, para controlar al Gobierno y para hacer esa labor de impulso al Gobierno, para que se pronuncie, responda y no se esconda nada.

--¿Y que la puedan acusar de mirar especialmente por Extremadura?

--No, pues yo creo que Extremadura es el referente de todo lo que pueda ser el Ministerio de Medio Ambiente. Personalmente creo que en estos momentos no hay ninguna comunidad que refleje como Extremadura lo que pueden ser las políticas de este nuevo ministerio y de esta comisión, porque es una comunidad rural. Y uno de los retos importantes que tendremos que tratar en esta comisión es la ley del desarrollo sostenible del medio rural, que se aprobó en diciembre del año pasado y que aún no ha empezado a desarrollarse.

--Lo que parece claro es que a María Antonia Trujillo le gustan los retos, pero ¿no se cansa?

--Lo cierto es que tengo mucha capacidad de trabajo, y aunque es verdad que este nuevo reto es difícil, que ser presidenta de esta comisión puede ser en alguna ocasión muy complicado porque unos querrán unas cosas, otros querrán otras, y además habrá que controlar al Gobierno, impulsarlo para que haga cosas..., yo confio en saber hacer mi labor y tener a los portavoces contentos y unidos.

--¿Y cuesta cambiar el chip, pues ahora va asumir temas y asuntos muy diferentes a los que ha venido abordado en sus etapas anteriores?

--Siempre hay temas que se controlan más que otros y, evidentemente, ante mis nuevas competencias yo me estoy preparando, como no puede ser de otra forma. Los temas medioambientales me son más conocidos, porque en mi etapa como ministra de Vivienda ya trabajé en materias de eficiencia energética y en muchos temas medioambientales con Cristina Narbona.

También las políticas de aguas me son conocidas, como también las de agricultura, porque soy de pueblo y no me es ajeno todo lo que pueda ser agricultura y ganadería. Ahora bien, que es una tarea muy compleja nadie lo puede negar, y yo soy consciente de que he de trabajar los asuntos muy en profundidad. No me son ajenos los temas, pero necesito profundizar y en ello estoy ya trabajando.

--En definitiva, un reto difícil pero también ilusionante.

--Así es. Me encuentro cómoda en estas nuevas tareas, pero también consciente de que hay que trabajar, y mucho.

--Y ¿qué le gustaría aportar en su nueva faceta?

--Como presidenta de la comisión mi objetivo es dirigir, ordenar los debates y conseguir que todos se pongan de acuerdo, no a la hora de decidir, pero sí a la de debatir; que el debate sea respetuoso y que dentro de la confrontación plural que se puede plantear, no solo entre distintos grupos políticos, sino también en temas que afectan a tantos sectores, que el debate pueda ser respetuoso y se puedan conseguir acuerdos con el mayor y mejor consenso posible. Y, asimismo, contribuir desde esta comisión al debate nacional en temas tan importantes como pueden ser el cambio climático, la gestión del agua, la biodiversidad o las bioenergías, poder aportar nuestro grano de arena.