"Es como ponerles una segunda madre de hierro en el campo". Diego Torres es un ganadero de Garciaz que ha patentado un comedero para terneros con el que se consigue mejorar y adelantar su alimentación. "Lo hice para mí, pero funcionó tan bien que lo patenté", señala Torres. En el mercado ya existen otros modelos, explica, pero son poco efectivos, ya que "asustan" a las crías. Con este sistema, los chotos "al mes ya están comiendo", con lo que pueden ganar más peso al tiempo que se cubre una posible carencia de leche materna. Además, las vacas, que se alimentan en la parte superior, no pueden acceder al lugar del que comen los terneros, con lo que se asegura que no les quiten el sustento. Una de las principales consecuencias de todo ello es que se reduce la mortalidad de los becerros. Torres subraya que si alguna empresa está "interesada" en comercializar su diseño "no tendría inconveniente" en negociar con ella.

Esta no es la primera patente que registra. Hace varios años lo hizo también con una máquina hidráulica para arrancar matorrales y arbustos. Se trata de un apero adaptado a un tractor del que vendió varias unidades y que llegó a despertar el interés de una importante empresa de maquinaria agrícola española.