El municipio cacereño de Madrigalejo conmemoró ayer el quinto centenario de la muerte de Fernando II 'El Católico' en este lugar, cuando se dirigía al Monasterio de Guadalupe, destacando su figura política como símbolo, su sentido de estado y como "modelo a seguir".

La última morada del Fernando el Católico, una antigua casona de labranza situada en la zona más alta del municipio y cuya fachada aún conserva una placa en la que se recuerda que allí falleció, fue el punto de partida de los actos celebrados ayer tras el desfile de miembros de la sección de Alabarderos de la Guardia Real. De ella se conserva el pajar de vigas de madera que ha resistido al paso del tiempo y que hace apenas dos años fue restaurado. En este lugar fue donde pasó sus últimos días el monarca, donde firmó su cuarto y último testamento, anulando los anteriores y cuya rúbrica, difícilmente legible, adelantaba el desenlace.

Los actos contaron con la presencia de responsables de las diferentes instituciones, como la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña; la presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero; el alcalde de la localidad, Sergio Rey, o el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago.

La portavoz del gobierno regional precisó que el testamento de Fernando el Católico, redactado en sus últimos días es, sin lugar a dudas, el documento jurídico "más importante" firmado en Extremadura. Gil Rosiña detalló que la Junta continuará con su labor de promoción de la cultura en su compromiso de avanzar y trabaja en la difusión del patrimonio.

Por su parte, el alcalde de Madrigalejo hizo hincapié en la relevancia histórica de los hechos recordados, puesto que fue en la localidad donde el monarca cerró el círculo de su último legado y unificó bajo una misma corona todo el territorio español.

RELEVANCIA HISTORICA "Por eso debemos sentirnos orgullosos de ese instante, que necesita ser recordado, ahora más que nunca, en los momentos de transición que vivimos", dijo, para añadir que "aquí murió el Rey y nació España". También aprovechó para reconocer la labor de las diferentes instituciones por mantener este lugar en la historia de España, como la Fundación Academia Europea de Yuste y empresas como Iberdrola, que ayudan a conservar la última morada del rey. Esta conmemoración, declarada Acontecimiento de Excepcional Interés Público, incluye un amplio programa de actividades que se desarrollará a lo largo de todo el año.