Siempre estuve de acuerdo con el refranero español. Con los clásicos como "A quien madruga Dios le ayuda", o con los agresivos como "A cada cerdo le llega su San Martín". Pero había un refrán que no me terminaba de gustar: "Mal de muchos, consuelo de tontos". Y no me gustaba porque con este refrán me he llamado tonto varias veces y además ha hecho que me costase reconocer que era un consuelo para mí que a los demás les fuera tan mal como a mí.
Parece que el que te pase esto te quita personalidad y parece además que no eres "trigo limpio" por alegrarte en cierta medida del mal ajeno. Quizá no es alegrarte la palabra adecuada. Siempre el lenguaje. Escribamos mejor que te hace más llevadera la pena. Incluso he llegado a dudar de mí por tener estos sentimientos de cierto alivio. Maldito refrán. Qué suerte creía yo que teníais la mayor parte de vosotros por tener tanta personalidad y que no os afectase lo que tenéis alrededor, y en concreto el mal ajeno.
Y digo yo, ¿es que la crisis no nos alivia un poco a todos? Te imaginas que fueses tú al único que le fuese mal. Tus sentimientos no serían los mismos si hubiera a tu alrededor a otros que les va igual de mal que a ti. Y ya no digamos si a esos que tienes al lado les va peor que a ti. Y ojo que no estoy escribiendo sobre la envidia. Esto es para otro artículo.
Cada vez odio más el fútbol, pero muchas veces nos hace entender mejor la vida. Los del Real Madrid, ¿estarían más alegres si fuese el Badajoz o el Cáceres el que ganase la liga en vez de el que la ha ganado? No creo que haga falta, pero se lo preguntaré a mi hijo que todavía no miente tanto como tú.
Un día navegando por internet leo que con el paso del tiempo se ha cambiado el sentido original del refrán. Que este refrán a principios de siglo se escribía como: "Mal de muchos, consuelo de todos". Que listos nuestros abuelos.
Juan Eusebio Nieremberg , en su Epistolario (1649, epístola 24) dice: "Mal de muchos dicen que es consuelo, y el bien de pocos también es dicha".
Y a ti, ¿te consuela el mal en los demás?
