Más del 30% de la población extremeña consumen algún tipo de pastillas como tranquilizantes, antidepresivos o somníferos, y una gran parte de ellos sin receta médica, según el psiquiatra Alfonso García Orgaz. El perfil de las personas que consumen este tipo de medicamentos suele ser una mujer de más de 45 años, que padece ansiedad y angustia sin motivos aparentes y se siente nerviosa y apática.

En una sociedad en la que la comodidad se sostiene como base de todo, y en la que no queda espacio para el dolor en un ritmo de vida tan ajetreado caracterizado por el estrés y la agitación, las pastillas para dormir, los tranquilizantes y antidepresivos se presentan como la mejor opción para combatir los nuevos males que asaltan a la población cada día.

DEMANDA INCONSCIENTE

El consumo de este tipo de pastillas tiene como referente una cuestión social, es decir, "cuando se acude al médico se demanda inconscientemente las pastillas o medicamentos como mano de santo capaz de resolver todos los males, incluidos los problemas personales", según afirma el doctor García Orgaz.

Se tiene la concepción de que la medicina tiene en su mano la solución a todos los problemas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de un dolor que el ser humano debía aceptar como se aceptaba antiguamente, ya que, como afirma García Orgaz, "el sufrimiento puede erradicarse momentáneamente a través de pastillas, pero cuando aparezcan sufrimientos posteriores no se sabrá cómo combatirlos puesto que no se cuenta con esa experiencia anterior que es la que permite que la persona crezca interiormente".

EFECTOS PERJUDICIALES

Lo que no se tiene en cuenta cuando se comienzan a consumir muy frecuentemente este tipo de pastillas son los efectos nocivos que pueden provocar en algunas personas. Tal es el caso de la adicción, que convierte el remedio a un malestar en toda una droga perjudicial para el que la toma y de la que es difícil desengancharse si se acostumbra a ella.

En cuanto a la época del año en la que se da un mayor índice de visitas a especialistas por motivos personales y aumenta el consumo de estas pastillas suele corresponder con las épocas pos-vacacionales, es decir, después de Navidad o después de los meses de verano.