En este caso la realidad no supera la ficción, al menos en el lado de los buenos de la película. Al inspector jefe de la Brigada Judicial de la Policía Científica, José Flores, y al inspector Santiago Perera, ya les gustaría que cada laboratorio que analiza las muestras que ellos recogen en el lugar del crimen estuviese en la puerta de al lado, como le ocurre a Grisson, el protagonista de la exitosa serie televisiva CSI Las Vegas .

Ahora se dan en un canto en los dientes porque el comisario general de Policía Científica ha traído a Extremadura nueve maletines flamantes con el material básico necesario para el trabajo de campo. Los nueve maletines sustituyen a unos antiguos fabricados en un material metálico que resultaban pesados. Estos son más livianos, duros y resistentes. Dentro no contienen nada sofisticado: cepillos, lupas, botes, martillos, paletas y cortafríos.

Entre los nuevos equipos hay cinco de inspección ocular y tres de incendios. Estos últimos son utilizados en la investigación de las causas de un fuego a instancias de una autoridad judicial. El material que utilizan es de los más básico, incluido un cedazo. Otro de los maletines, simplemente servirá para el transporte de muestras y productos químicos, porque hasta ahora utilizaban bolsas o cajas de cartón. Para José Flores, el material más especializado que contienen son "los ojos y el cerebro del investigador".