Con más de 700 alumnos y un centro antiguo con aulas no demasiados espaciosas, el IES Virgen del Rosario de Zafra se enfrentó en septiembre a un desafío: cómo mantener la distancia mínima entre los estudiantes para proteger su salud. Muchos de sus pupitres están anclados en el suelo y son compartidos, pero por mucho que los repartieran por el aula sería igualmente difícil mantener una distancia de 1,5 metros. Así que algunos docentes propusieron instalar mamparas protectoras entre alumno y alumno y surgió otro inconveniente, en este caso económico. El centro no podía hacer una gran inversión en este tipo de mamparas que suelen ser de metacrilato y costosas, pero un profesor del centro lanzó una idea: fabricarlas en el propio centro.

El departamento de fabricación mecánica (una familia profesional de FP que se imparte en este instituto) ideó un prototipo de pantalla protectora y ya hay cerca de 200 instaladas repartidas por todo el centro, que han fabricado principalmente entre el equipo directivo y docentes de este departamento y algún otro. «Están hechas con materiales muy básicos y baratos, tubos de plástico para enmarcar y un doble plástico para separar, en lugar de cristal o metacrilato. Es una solución rápida y barata que está funcionando», cuenta Miguel Ángel Hernández, jefe de estudios de este instituto segedano.