La muerte de la extremeña Ana María Curiel, acuchillada por su compañero sentimental en Pepino (Toledo) el pasado domingo, congregó ayer en Talavera de la Reina a unas 300 personas que se concentraron para condenar este asesinato en un acto al que acudieron la madre y la hermana de la víctima, informa Efe.

Ante la puerta del Ayuntamiento de Talavera de la Reina se situó el alcalde de la ciudad, José Francisco Rivas, y junto a él estuvo la madre de la víctima, que apenas pudo contener el llanto durante el acto convocado por el Centro de la Mujer y el consistorio de la ciudad.

También acudieron otros familiares, varias amigas y miembros de distintas asociaciones

Ana María Curiel, de 28 años, fue enterrada el lunes en el municipio cacereño de Garganta la Olla tras ser presuntamente asesinada por su compañero Rafael González, de 35 años, el pasado sábado en el domicilio de ambos en Pepino.