Ruido pero menos. Que se oiga la indignación pero desde Extremadura. El Pacto por el Ferrocarril aprobó ayer convocar la tercera manifestación por un «servicio digno». Un nuevo 18N. Pero esta vez la repercusión (sobre todo mediática) será inevitablemente menor porque la protesta se traslada de Madrid a Cáceres. Se queda en casa.

Los extremeños están convocados a una movilización el domingo 18 de noviembre. Una fecha que el año pasado quedará en la memoria como histórica. Más de 30.000 personas clamaron en la capital madrileña que estaban hartos de las deficiencias de la red: retrasos de horas, averías constantes, trenes que se quedan sin gasoil, vagones que salen ardiendo... y un largo etcétera.

De hecho, el pasado puente del Pilar, calificado como «de la vergüenza» por la acumulación de incidencias (seis en tres días), ha avivado aún más el malestar general por una red ferroviaria que falla constantemente. Para intentar calmar los ánimos, desde Renfe anunciaron que cesaban a dos gestores del servicio en Extremadura y el propio presidente de la entidad, Isaías Táboas, pidió perdón por lo ocurrido.

DISCREPANCIAS / La nueva movilización del 18N en Cáceres (cuyos detalles como la hora y el recorrido se conocerán en los próximos días) está apoyada por todos los partidos políticos, los sindicatos y la patronal. No obstante, el presidente del PP regional, José Antonio Monago, aseguró que ellos también se manifestarán un día antes, el 17N, en Madrid. Monago insistió en que su formación había sido la voz discrepante y que habían intentado convencer a los demás de que la protesta no se quedara en la comunidad. «Nadie entiende los motivos por los que en esta ocasión se le quiere dar diapasón bajo, porque siguen los problemas de hace un año incluso agravados». «Haré la concentración en Madrid -continuó- con poca o con mucha gente, me da igual, porque las razones hay que defenderlas siempre más allá de los números. Luego cogeré el tren e intentaré llegar para el domingo».

Habría que recordar que cuando los populares gobernaban a nivel nacional, el PP extremeño no veía bien estas protestas.

«ACCIONES EN MARCHA» / Tras la reunión del Pacto por el Ferrocarril (que Podemos ha abandonado, aunque sí apoya el nuevo 18N), la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, justificó que esta vez se ha decidido celebrar en Extremadura porque «las manifestaciones históricas no se pueden estar repitiendo todos los años».

Aseguró que la intención es reunir a «miles y miles de extremeños en Cáceres». Para ello, «se ponen en marcha las mismas acciones que se hicieron en la manifestación del pasado año en Madrid». Se fletarán autobuses hacia Cáceres para la protesta que será «solo y como siempre con una única bandera, la de Extremadura».

«Nuestra lucha es, ha sido y seguirá siendo para esta comunidad», aseveró García Bernal. «Independiente del color político del Gobierno de España, el tren está por encima de los partidos, es un proyecto de región, y es necesario e indiscutible que tengamos un servicio digno ya», agregó.

La consejera también insistió en recordar que la de ayer había sido la cuarta reunión celebrada por el Pacto del Ferrocarril desde el pasado 18 de noviembre, «además de ocho encuentros con responsables de Adif y Renfe». «El pacto ha significado que ahora estén todas las obras en curso», afirmó, pero también reconoció que la ciudadanía no percibe esa mejora porque el servicio ferroviario sigue siendo muy deficitario.

«sin tragicomedias» / A la postura de Monago de acudir un día antes a Madrid respondía el portavoz socialista, Valentín García: «La concentración en Madrid fue histórica, y desde luego no se pueden repetir como tragicomedia, aunque algunos se empeñen y vayan el sábado a hacer un gestito por allí. Ahora vamos a dar continuidad a esas protestas en Cáceres».

También hay discrepancias desde Podemos por considerar que se deja a un lado a los colectivos sociales cuando se convocan estas movilizaciones. No obstante, su portavoz Álvaro Jaén subrayó que su formación «ha estado en todas las movilización» y que siempre acudirán para «luchar por el tren».

Por su parte, el coordinador de Ciudadanos, Cayetano Polo, se mostró contento con el mensaje de unidad que, a su juicio, se había trasladado desde el Pacto por el Ferrocarril y también mostró su apoyo a la manifestación del 18 de noviembre. No obstante, Polo incidió en que «se debería hacer un esfuerzo en encontrar soluciones más imaginativas y no solo hablar de concentraciones o manifestaciones, como por ejemplo, la capacidad de negociación con el Gobierno central».

MÁS REACCIONES / Desde el sindicato UGT, su secretaria regional, Patrocinio Sánchez, quiso poner el foco en que, al margen de cómo vayan las obras de ejecución del futuro tren rápido, «no vuelvan a ocurrir incidentes similares a los vividos durante el pasado puente del Pilar». Sánchez aseguró que así se lo quiere transmitir al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en la reunión que habrá en Mérida este viernes 26 de octubre.

Por su parte, la responsable extremeña de CCOO, Encarna Chacón, expresó que, si bien se llegaban con distintos planteamientos a la reunión, «al final se ha conseguido dejar al lado las diferencias para tener una propuesta única» «Pero no hay que olvidar la responsabilidad que tiene Renfe y Adif, a los que se exigirá que se aceleren los procedimientos pendientes».

Aunque con importantes matices, el Pacto por el Ferrocarril logró ayer la unidad necesaria para convocar de nuevo a los extremeños a llenar la calle para clamar por un tren digo. De base, la movilización ya contaba con el visto bueno del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, quien había declarado que era necesaria otra acción de este tipo.

En 2016, cuando se convocó la primera, el escenario fue Badajoz. En 2017 se llegó a Madrid. Ahora le toca a Cáceres.