Sorprendido por el caso de la falsificación de diplomas, Manuel Borrego, secretario de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada de Extremadura (Aesex) desde su fundación, en el 2000, considera que se trata de un hecho puntual y detalla el férreo control que hay en este ámbito.

--¿Cree que las organizaciones dedicadas a la falsificación de diplomas de seguridad privada son un caso aislado o la punta de un iceberg?

--Son casos aislados, la seguridad privada está muy controlada. Estoy convencido de que es un hecho puntual, como demuestra que sea la única operación de este tipo que conocemos. Es la primera vez que la Policía detiene a alguien por un delito relacionado con la falsificación de documentos en este sector.

--¿Permitían esos documentos trabajar como vigilante de seguridad sin estar debidamente habilitado para ello?

--No, eran falsificaciones de los certificados de los cursos obligatorios para presentarse a las pruebas para el título de vigilante de seguridad privada, que solo otorga el Ministerio de Interior. Para hacer esos exámenes, se exige haber hecho un curso de 180 horas en una academia homologada, pero en ningún caso eso es suficiente para trabajar como vigilante de seguridad.

--¿Qué es necesario?

--Lograr el título del Ministerio de Interior, tras pasar unas pruebas físicas y culturales. Los requisitos mínimos para presentarse a las mismas son ser ciudadano comunitario, tener el título de Educación Secundaria Obligatoria y el certificado del curso expedido por una academia debidamente homologada.

--¿Le sorprenden los casos dados a conocer, al estar todo tan controlado?

--Me sorprende, sí, porque la expedición de un título es un tema que se vigila con mucho rigor. Tanto es así que para trabajar como vigilante de seguridad no basta con presentar el título, sino que cuando la empresa contrata a un agente se lo comunica a la Policía, que comprueba que está en la base de datos del Ministerio de Interior de personas habilitadas para ejercer esa labor.

--O sea, que no tendría mucho sentido falsificar un título de vigilante de seguridad.

--Ninguno, porque nada más ser contratado por cualquier empresa --que también, por cierto, debe contar con sus correspondientes permisos--, esta comunicaría sus datos a la Policía y se descubriría el fraude.

--Transmite tranquilidad...

--Absolutamente, la seguridad privada es un tema perfectamente regulado por la ley de 1992. Esta fija los requisitos que deben cumplir las empresas de seguridad privada, el personal, etcétera y se cumple a rajatabla.