PP y PSOE se enzarzaron ayer en un nuevo cruce de acusaciones que esta vez giraron en torno al programa de comunicación presentado la pasada semana por la Junta y denominado Marca Extremadura y al Estatut.

El presidente regional del PP, Carlos Floriano, aseguró que apoya cualquier campaña para mejorar la imagen de la región, pero advirtió que ésta no sería necesaria "si se hubieran hecho bien las cosas", con respecto a la acción del Gobierno socialista durante los últimos 23 años.

El líder de la oposición en Extremadura comentó que se suma a "todo lo que sea mejorar la imagen de Extremadura, pero lo que es más difícil es cambiar la imagen del Gobierno".

Por su parte, la consejera Portavoz de la Junta, Dolores Pallero, reiteró a Floriano la invitación a participar en el programa de comunicación Marca Extremadura y le aclaró que ésta no es "una campaña para mejorar la imagen de nadie", sino un "ambicioso proyecto de comunicación para crear una marca que promocionará y difundirá todo lo extremeño como un valor de calidad".

En cuanto al Estatut, Floriano instó ayer al presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a rectificar las palabras del vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Sánchez Amor, en las que reconocía sentirse "incómodo" con la reforma del texto catalán, o de lo contrario que éste último sea destituido de su cargo porque "no es de recibo" que ambos mantengan un discurso distinto sobre una misma cuestión.

De otro lado, el portavoz de la Comisión Permanente del PSOE de Extremadura, Francisco Fuentes, advirtió de la situación "paradójica" que se registrará esta semana en el Congreso de los Diputados durante la votación del dictamen de la comisión sobre la reforma del Estatut, porque "quienes votarán en contra serán PP y ERC".