La prestigiosa investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Margarita Salas pasó ayer por la Facultad de Educación para hablar de su trayectoria profesional y personal. La primera mujer española que forma parte de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos inauguró las III Jornadas Universitarias de Igualdad.

--¿Cómo ve la situación de la mujer?

--Las mujeres en general, y en ciencia en particular, lo hemos tenido difícil, hemos tenido que luchar mucho más que los hombres para hacernos un sitio en el mundo de la investigación, pero soy optimista y pienso que en 15 o 20 años la mujer ocupará en la ciencia el sitio que le corresponde según su capacidad. En estos momentos hay muchas mujeres en la universidad y en nuestros grupos de investigación haciendo la tesis doctoral hay más mujeres que hombres.

--¿Cómo se llegará a esto?

--Soy contraria a las cuotas, yo quiero que la mujer ocupe el sitio que se merece por sus propios medios, pero evidentemente la sociedad tiene que ayudar, pero no necesariamente con discriminación positiva o cuotas, sino con ayudas para que la mujer no se tenga que ocupar de todo, de los niños, de los padres, de los suegros, de los enfermos...

--¿Cómo concilió usted vida familiar y vida laboral?

--Yo lo he tenido fácil en cierto modo, tuve a mi hija ya tardía, a los 37 años, cuando estaba ya estabilizada en el mundo de la investigación y en casa siempre he tenido la ayuda de una persona, que había sido la niñera que me cuidó a mí, con lo cual no he tenido el problema de tener que preocuparme. Y luego he tenido un marido (Eladio Viñuela) que también era científico, con lo cual entendía perfectamente la situación.

--¿Se ha sentido discriminada?

--Sí, sentí bastante discriminación cuando empecé en la investigación en el año 1961, en aquella época se suponía que la mujer no valía para la investigación, entre otras cosas se pensaba que no tenía capacidad para investigar, o sea que su cabeza no daba más de sí. Luego me marché a Estados Unidos a hacer un posdoctorado con Severo Ochoa y ahí me sentí liberada, pero volví a sentir la discriminación al volver a España, entonces mi marido y yo hacíamos un trabajo en común y empecé a ser ´la mujer de´, hasta que él decidió hacer una investigación distinta y entonces yo empecé a ser Margarita Salas. Mi marido me ayudó siempre y me apoyó para que yo fuese una investigadora independiente y gracias a él he llegado a donde he llegado.

--¿Ha dejado cosas en el camino por la investigación?

--No, me he casado, he tenido un marido fantástico, una hija y he podido hacer lo que más me gusta que es la investigación.

--¿En qué trabaja ahora?

--En los mecanismos de duplicación del material genético y en los mecanismos de control de la expresión del material genético utilizando un virus bacteriano como modelo, el Phi29. Llevo trabajando muchos años con este virus y nos ha aportado resultados muy importantes desde el punto de vista biotecnológico, que es una enzima que sirve para amplificar el ADN, la hemos patentado y está siendo explotada comercialmente con muy buenos resultados económicos.

--¿Cuál es su papel en EEUU?

--Ahora que soy miembro de la Academia de Ciencias, tengo que estudiar documentos y cuestiones que el gobierno plantea a la academia y a sus miembros.

--¿Usted no se jubila?

--(Ríe) No, no me jubilo.