Tras muchos años de demoras, el Gobierno acaba de aprobar el nuevo código técnico de la edificación (CTE), impulsado por la ministra de la Vivienda.

--¿Qué va a significar la nueva norma para los ciudadanos?

--Para las familias, un importante ahorro en las facturas del agua y la luz gracias a las instalación obligatoria de placas solares, la mejora del aislamiento térmico y medidas de reutilización del agua. Pero el código significa también una mayor duración de los edificios y seguridad en la construcción. Para la economía, mayor innovación, más productividad y mejora de la competitividad. Y para el medio ambiente, una mayor protección.

--Pero hay constructores que también han apuntado una vertiente económica negativa. Han hablado de alza de costes. Algunos han llegado a pedir un incremento del precio de la vivienda protegida a raíz de la nueva norma.

--El código tiene una memoria económica exhaustiva y se ha elaborado con el consenso del sector privado. Todos hemos coincidido en que no supone un aumento de más del 1% del precio de la edificación y que es amortizable en un periodo corto de tiempo, de uno a cinco años por el ahorro en agua y luz. Respecto a la vivienda protegida, el aumento es nulo porque las medidas del código que suponen un sobrecoste ya se aplican en este tipo de promociones desde la aprobación del decreto del plan de vivienda 2005-2008. No se puede usar el código técnico para decir que todo es más caro. Vamos a sacar después de Semana Santa un concurso para los proyectos de ejecución de 5.000 viviendas protegidas y a ellas se les va a aplicar el nuevo código.

--¿Qué cifras de ahorro energético barajan para el conjunto del país?

--La demanda energética de calefacción va a disminuir nada menos que un 25%, una cuarta parte, de aquí al 2012. Se dejarán de verter a la atmósfera miles de toneladas de CO2, entre un 30% y un 40% de las debidas al consumo energético. Tenga en cuenta que en el código se incluye la trasposición de la directiva europea sobre eficiencia energética. La casa verde ha dejado de ser un reclamo publicitario, el anuncio de una empresa que pone una placa solar, y ha pasado a ser una realidad, una obligación legal.

--Los ecologistas han elogiado el código pero lamentan que llegue tarde, cuando España acaba de vivir el mayor ´boom´ inmobiliario de su historia.

--Del código se venía hablando desde principios de los 90, cuando era ministro Josep Borrell, pero ha tenido que venir este Gobierno para que se apruebe. La ley de la edificación ordenaba que estuviera aprobado en mayo del 2002, todavía gobernando el PP, pero cuando nosotros entramos en abril del 2004 su redacción estaba prácticamente paralizada. No se había obtenido el visto bueno favorable de la Unión Europea, había sectores excluidos de las consultas y no se había hablado con las comunidades autónomas. Todo esto ha tenido que hacerlo el Gobierno socialista en apenas dos años, con una participación modélica y el apoyo de todos los sectores.

--¿Qué pasa con el gran parque de viviendas ya construido?

--La obligatoriedad de instalar placas solares en las viviendas y además placas fotovoltaicas en oficinas y centros comerciales no sólo afecta a las viviendas que vayan a edificarse a partir del mes de octubre sino a las que sufran rehabilitación a partir de aquel momento. En algunas autonomías y municipios, además, ya se está llevando a cabo la instalación de placas en el marco de sus competencias.

--¿Estamos por delante o por detrás del resto de países del entorno europeo?

--Estamos en línea con los países de nuestro entorno, de la UE, aunque la normativa es innovadora, revolucionaria. Establece, por ejemplo, como deben ser los edificios con estructuras de madera, cuestión que no estaba prevista y que provocaba que ninguna aseguradora quisiera suscribir una póliza para este tipo de viviendas. Esto es un estímulo más a la competitividad de la industria de la construcción. Cualquier innovación que el sector introduzca en los materiales o métodos constructivos se puede incorporar en las actualizaciones que se irán haciendo del código.

--Ha quedado pendiente de regular el aislamiento sonoro.

--Sí. Estamos finalizando los documentos básicos de ruido y de accesibilidad. Este último no estaba previsto, pero ha sido un compromiso mío.