Como cada año en el Martes Santo, el silencio y el recogimiento se apoderaron de la capital cacereña por unas horas. La sencillez de los pasos recorrió las calles cacereñas con un pronóstico climatológico más favorable que en los días anteriores. La Cofradía de los Ramos compensó el infortunio del domingo cuando tuvo que suspender por primera vez la salida de La Burrina --recorrió unos metros hasta la iglesia de San Juan-- y procesionó con un sobrio Cristo del Perdón por las ceñidas pasarelas de los adarves sin marchas de respaldo. Más de un centenar de hermanos de carga ataviados con túnica blanca y capuchón morado acompañaron a una imagen decorada con claveles rojos que este año no incorpora ninguna novedad con respecto al año pasado. Eso sí, Pedro Canelo, mayordomo de la numerosa cofradía de Los Ramos, adelantó a este diario que este año incorporaban al recorrido tres nuevas cruces de penitentes, que sustituyeron a las antiguas. Silentes y raudos, sorprendentemente alrededor de las 21.30 horas presentaron a la única imagen que desfilaba en la salida procesional a las diferentes hermandades de Santa María. Cabe recordar que aunque este año no hubo liberación de ningún preso, la procesión retomó su recorrido hasta la Audiencia.

Relacionadas

El silencio sepulcral del Cristo del Perdón fue roto con el timbal destemplado del Amparo. A la hora de cierre de este diario, la cofradía había partido con la habitual promesa de silencio de la ermita a medio camino de la Montaña. Con una retahíla de más de cien hermanos cubiertos --la hermandad tiene casi 300 cofrades-- para que no se descubra su identidad, salió del templo la imagen "humilde" adornado con flores recién recogidas del campo por los propios cofrades para recorrer el casco antiguo. La hora prevista de llegada al templo de San Mateo era pasada la madrugada, según confrimó horas antes de la salida el mayordomo de la cofradía a este rotativo, Agustín Margallo. Aunque la imagen del cristo luzca como el resto de años, sin novedades aparentes, la cofradía si puede afirmar que está de enhorabuena. En este momento ultima detalles para convertir la vivienda de la ermitaña que se encuentra al lado de la ermita en la casa de la hermandad. El objetivo es que el espacio esté listo para que puedan organizar actividades del cristo dentro de dos años, según calculó el mayordomo.

MIERCOLES MASIVO Con un ojo mirando al cielo, aunque más relajado que durante los otros repetirá salida hoy la cofradía de los Ramos, una de las tres her-

mandades que ocupa las calles una de las jornadas más multitudinarias de la Semana Santa cacereña, el Miércoles Santo.

A las 20.30 horas abandonan hoy el templo de San Juan cargados por hermanos de la cofradía de Los Ramos la talla del siglo XVII del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza, que este año lucirá nueva saya blanca dorada que ha sido confeccionada y donada por el taller de Nuestra Señora de las Mercedes en Coria del Río.

Dos horas más tarde tiene previsto salir la hermandad del Humilladero de la ermita del Buen Pastor con el Cristo de la Preciosa Sangre. El paso irá acompañado solo por un timbal destemplado. La banda de la cofradía, que este año cumple treinta aniversario y luce uniformes nuevos, tendrá que esperar hasta mañana para desfilar por las calles con la hermandad.

Será a medianoche cuando los hábitos benedictinos y el olor intenso a incienso --elaborado por religiosos benedictinos de Jerusalén-- golpeen a la puerta de la concatedral de Santa María para reclamar al Cristo Negro, una de las procesiones más multitudinarias de los últimos años y la que reúne a más curiosos. De hecho, este año ampliará recorrido y al llegar a la plaza del Socorro continuará por el adarve del obispo Alvarez de Castro, Conde de Canilleros, Estrella y Santa María.