Primero fueron las madres, después se animaron algunos padres y, desde que entró en vigor la Ley de Igualdad, son cada vez más los progenitores que apuestan por tomarse unos días de descanso en el trabajo para dedicárselo a sus hijos recién nacidos. Así lo constatan los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales sobre prestaciones por maternidad y paternidad, que apuntan que entre el pasado 24 de marzo --cuando entró en vigor la reforma legal -- y el 30 de junio se han acogido ya a esta medida casi 800 papás extremeños.

Concretamente, en estos tres primeros meses de funcionamiento de la nueva prestación en la comunidad autónoma han disfrutado de ella 790 padres. No es la cifra más alta del Estado --ya que el mayor número de casos se ha registrado en las regiones más pobladas, como Cataluña, Madrid y Andalucía--, pero sí supone un volumen relevante si se tiene en cuenta que durante ese trimestre han nacido en Extremadura una media de 750 niños en los últimos años. Es decir, si se ha mantenido el ritmo, prácticamente la totalidad de los padres se han beneficiado de la medida.

La Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que fue aprobada por el Parlamento a mediados de marzo, establece un permiso de paternidad de 15 días pagado e independiente del de la madre. Además, el Gobierno se ha comprometido a ampliarlo durante los próximos ocho años hasta que alcance una duración de cuatro semanas.

Una factura de 31 millones

En total, en toda España han sido 45.360 padres los que se han acogido a él, lo que ha supuesto un gasto para las arcas públicas de 31 millones de euros. De ellos, 446.700 euros corresponden a la aplicación de la normativa solo en Extremadura.

Pero a los permisos de paternidad, hay que añadir también los de maternidad. En los seis primeros meses del año se han concedido 3.025 en Extremadura, lo que supone un leve incremento --de apenas el 2%-- respecto al mismo periodo del 2006. De todos ellos solo 37 han correspondido a la cesión de esta prestación por parte de la madre para que la ejerza el padre, una posibilidad también contemplada en la legislación española.

Este aumento en el número de permisos de maternidad también ha tenido su repercusión económica, ya que en la región se han gastado 11 millones de euros en el primer semestre del año para costear esta prestación social --esto supone un 9% más que entre enero y junio del año pasado--.

Sin embargo, la cifra resulta minúscula comparada con el desembolso hecho por la Seguridad Social a nivel nacional. Las 164.000 prestaciones por maternidad concedidas han costado 716 millones de euros.