Un total de 131 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave y 14 maestros, encargados de ofrecer una atención educativa individualizada en función de las necesidades de cada estudiante, han vuelto a las aulas en Extremadura en estos días.
Según informa la ONCE, más del 99% de este alumnado estudia en centros educativos ordinarios, en los que cuentan con el apoyo de los equipos específicos de atención a las personas con discapacidad visual, fruto de los convenios de colaboración entre la ONCE y las diferentes administraciones educativas.
Estos cerca de 14 maestros (8 de ONCE y 6 de la Consejería) son el profesional de referencia o coordinador del Plan Individual de Atención Educativa del alumno asignado en cada zona, con una cobertura que arranca con la Educación Infantil y continúa en Primaria y Secundaria Obligatoria, Formación Profesional, Bachillerato y Universidad.
De esta manera, en el curso 2019/20, su actividad dará cobertura a esos 131 estudiantes ciegos y deficientes visuales de Extremadura, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual.
Por nivel educativo, 27 escolares comienzan la Educación Infantil; 34 están escolarizados en Educación Primaria; 17 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 7 cursan Bachillerato; 8 se preparan en la Formación Profesional; 5 se enfrentan a la Universidad; y 33 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
La labor de los equipos específicos está coordinada desde los cinco Centros de Recursos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en diferentes puntos de España como Alicante, Sevilla, Pontevedra, Barcelona y Madrid. En el caso de Extremadura, la atención se presta desde el CRE de Sevilla.
La tarea del maestro consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención, lo que requiere la coordinación con otros profesionales, como psicólogos, pedagogos, monitores de ocio y tiempo libre, coordinadores de animación sociocultural, trabajadores sociales y especialistas en las áreas de especial dificultad como Matemáticas, Música, Educación Física, Ciencias, Tecnología.
En función de las necesidades del alumnado, la atención prestada puede variar desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al centro donde se escolarice el estudiante, a una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión tanto dentro como fuera del aula, tanto en aspectos académicos como relacionados con lo social.
