Hubo un tiempo en que en Extremadura, con bastante frecuencia, se celebraban 'tómbolas' de la vivienda. Cientos de personas se reunían en un amplia sala (como la estancia principal del Palacio de Congresos de Badajoz) en cuyo escenario varios azafatos movían un bombo de lotería (como si del sorteo de Navidad se tratara), sacaban una bolita y al decir el número afortunado se desataba la alegría entre el público asistente. Salir beneficiado en aquella rifa suponía para muchos, por ejemplo, poner iniciar los planes de boda. Aquellos 'eventos' se llevaban a cabo para repartir los pisos que formaban parte del Plan Especial de la Junta de Extremadura, un programa de protección para facilitar una casa en propiedad a aquellas personas que por sus propios recursos económicos no podían acceder al mercado inmobiliario (que en aquel momento aún no había explotado). Ese Plan Especial se diseñó en 2004 y se desarrolló después entre 2006 y 2010. Se proyectaron muchas más promociones de las que posteriormente se construyeron, aún así, más de 6.000 familias, en total, pudieron acceder a uno de estos hogares. Eso sí, la mayoría en barriadas periféricas.

Pero el ambicioso programa no ha podido completarse. Llegó la crisis y lo truncó: muchos pisos se quedaron sin edificar porque las constructoras quebraron y otros no pudieron venderse porque el desempleo empezó a desatarse y los bancos cerraron el grifo de las hipotecas que hasta ese momento se concedían con soltura. Según los datos de la Secretaría General de Arquitectura, Vivienda y Políticas de Consumo, dependiente de la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales, 417 casas protegidas del Plan Especial (un 6,5% de la suma total) están aún pendientes de venta, la mayoría son inmuebles de tipo medio, esto es, los que tenían un precio más elevado (entre los 140.000 y los 160.000 euros).

Sumando todas las promociones, se construyeron 6.651 pisos (aunque se habló en principio de más de 8.000 en toda la región), de las cuales 6.217 encontraron comprador. Del Plan Especial de 60.000 euros --el más numeroso, con 4.518 inmuebles-- todavía están vacíos 121.

Desde Sanidad y Políticas Sociales explican igualmente que muchas de estas viviendas protegidas, que en principio se comercializaron de la mano del propio promotor, están en manos de entidades de crédito o de la Sareb (el conocido como banco malo).

SENSIBLE MEJORIA Asimismo, desde esta consejería subrayan que a pesar de las "dificultades que sobrevinieron a algunas empresas a raiz del estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que ha retrasado sobremanera la comercialización de las viviendas, los datos registrados en los últimos meses apuntan, sin embargo, a una sensible mejoría".

Ese repunte en positivo ha motivado que la Junta ya se haya aventurado a anunciar que tiene intención, a lo largo de la actual legislatura, de poner en marcha otro programa similar al 'Plan Especial de 60.000'. Pero esta vez sin 'megaproyectos' e incentivando previamente la rehabilitación de viviendas y la eficiencia energética. No hay que olvidar que las grandes promociones, como ocurrió con el Cerro Gordo, en Badajoz, crearon nuevas urbanizaciones a las afueras con más población que algunos municipios de la comunidad, mientras que el casco antiguo de la ciudades grandes se iba quedándose sin habitantes y con numerosas casas vacías.