La actividad de la Defensora de los Usuarios del SES no está centrada solo en resolver los expedientes que le llegan hasta la única oficina, ubicada en Mérida. La institución respondió 952 mensajes de correos electrónicos, dio audiencia a 1.021 ciudadanos y atendió 3.740 llamadas de teléfono. Eva María Molinero también participó el año pasado en 35 actos institucionales. Además de la defensora, en la oficina trabajan dos personas más, un asesor jurídico y un auxiliar administrativo, medios «insuficientes si queremos mantener una mínima calidad del servicio al ciudadano. Los recursos humanos son el punto más débil de la institución». La defensora señala que su función no es juzgar la actividad política del partido en el poder ni la gesión de la sanidad, sino «velar por los derechos y libertades de los ciudadanos, por la adecuada información (...) y ayudar a mejorar el sistema sanitario». Además destaca que el «elevadísimo» número de actos sanitarios transcurren de forma general con una buena satisfacción de los usuarios, lo que hace que las quejas que llegan a esta institución sean «proporcionalmente bajas en relación al servicio que presta el sistema».