Llueve. Parece que la primavera no llega, pero lo hará y los expertos advierten que será una primavera con niveles de pólenes elevados en torno al mes de mayo, fundamentalmente en las gramíneas y más suave para los alérgicos al polen de olivo. Ambas especies son las que más problemas originan a los extremeños, unos 160.000 que tienen algún tipo de alergia primaveral.

"Han comenzado los problemas de alergia, pero motivados por otras plantas, fundamentalmente árboles ornamentales con el platanero de sombra", explica María Isabel Alvarado, especialista en Alergología del Hospital Virgen del Puerto de Plasencia y presidenta de la Sociedad Extremeña de Alergología e Inmunología Clínica de Extremadura.

La alergia a la gramínea y el olivo podría comenzar a manifestarse a finales de abril, aunque "será intensa en los meses de mayo y junio", advierte. De hecho en el caso de la gramínea se prevén volúmenes elevados de polen durante el mes de mayo, con cifras que en días puntuales superarían más de 5.000 gr/m3.

En todo caso, la concentración de polen está siendo por el momento más baja que el promedio de los años anteriores, alimentada también por el retraso en la polinización que las alteraciones en el clima están causando.

Pocos pronósticos

"El plátano de sombra lleva un retraso de diez días y la polinización de las encinas como una semana", dice Rafael Tormo profesor del departamento de Biología Vegetal de la Facultad de Ciencias y responsable del servicio AeroUex, que lleva más de dos décadas registrando y analizando las concentraciones de polen en distintos puntos de la región. Cuentan con una red de captadores en Badajoz, Cáceres, Plasencia, Don Benito y Zafra. Los resultados se envían a la red de alergólogos de Extremadura y también a otra que hay a nivel europeo. De forma simplificada se ofrece a través de la página web del grupo de trabajo e incluso de mensajes a través de móviles (es un servicio gratuito de la Uex) y también en las redes sociales.

En más de dos décadas de estudio comienzan a arrojar conclusiones. La primera "un cambio de tendencia en la polinización y las alergias", apunta Tormo, que se muestra en todo casi cauto. Entre esos cambios destaca una reducción de los granos de polen, principalmente "en las herbáceas", y las plantas que polinizan más tarde en la primavera y en los meses de verano, pero también que el periodo de polinización se está acortando. "Hace 20 años podría alargarse hasta mediados de junio y ahora a finales de mayo suele haber finalizado la polinización", explica.

Gramíneas y olivos son los que más problemas de alergias ocasionan en toda España y por supuesto en Extremadura. Aunque hay polen de gramíneas durante todo el año, se va a concentrar fundamentalmente en los meses de abril y mayo. Pero hay otras plantas que polinizan en los meses de enero y febrero, como los cipreses, y en marzo están los plátanos de sombra y las encinas, aunque estas últimas no causan problemas de alergia como los demás árboles.

¿Y qué perspectivas hay para este año? "No es fácil hacer un pronóstico", advierte el profesor de la Uex. Al igual que sucede con la meteorología, en el caso de la polinización, ligada tanto a las condiciones climáticas, no se puede prever con acierto cuál será el comportamiento más allá de tres o cuatro días porque el error puede superar el 50%. Influyen múltiples factores. Y entre ellos debe conjugarse que se den las condiciones ambientales adecuadas para que las plantas estén preparadas para polinizar y para que haya buenas condiciones para que ese polen se libere a la atmósfera. "Puede haber buenas condiciones para polinizar, pero si hay mucha lluvia, ese polen no se libera al aire o al contrario, buenas condiciones para la dispersión, pero las condiciones para la floración no son las adecuadas y no hay polinización", explica antes de apuntar un pequeño pronóstico: "No creo que vaya a ser una temporada de récord".