Ni las tractoradas ni las caceroladas parecen surtir efecto. Caval sigue sin cerrar el acuerdo con los 16 bancos y sus socios han optado por tomar medidas más drásticas, como quemar las ruedas de sus tractores y remolques. Y lo que es más importante: preparar la documentación para presentarse al concurso de acreedores. Así se lo confirmó a este diario Antonio Domínguez, presidente de la junta rectora de Caval: "Si antes del viernes todos los bancos no nos dan el sí --ahora tienen el ok de 12--, vamos al concurso de acreedores".

Un concurso de acreedores que con las deudas que acumula Caval, "supondría directamente la disolución de la cooperativa". Lo que significa que los socios que tienen pendiente las campañas del 2008 y el 2009 no las cobrarán y los que han avalado créditos de la cooperativa con su propio patrimonio, verán cómo los acreedores se lo reclaman.

De las 16 entidades implicadas en el proceso, 12 ya han dado su visto bueno al plan de viabilidad de la cooperativa (y lo han hecho fuera de plazo) pero a ellos solo les vale un acuerdo con todas, según explica Domínguez. Mientras, en el pueblo siguen las jornadas de protestas y los encierros en las instalaciones de Caval.