Más de la mitad de las muertes violentas que se registraron el año pasado en la comunidad extremeña se debieron al tráfico. Así lo reflejan los datos de los institutos de medicina legal de Cáceres y Badajoz que recoge, como apartado independiente, la memoria 2007 del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura facilitada ayer.

En su presentación, el director del Instituto de Medicina Legal de Cáceres, José María Montero, destacó, no obstante, el claro descenso que, con respecto al año anterior, han registrado las cifras de actuaciones realizadas por los servicios de patología forense de ambas provincias; aunque también reconoció que les preocupa el hecho de que las muertes suicidas sigan aumentando en la comunidad --el año pasado se registraron 87 muertes suicidas, 29 en la provincia de Cáceres y 58 en la de Badajoz, frente a las 78, 28 en Cáceres y 50 en Badajoz, del año anterior--.

Un aspecto que también quiso destacar Montero es que el descenso en el número de muertes registradas se debió, en gran medida, al descenso que experimentó el número de fallecidos en accidentes de tráfico.

ESTADISTICAS Según los datos facilitados, el número total de muertes violentas registradas el año pasado en la comunidad se elevó a 418, 18 menos que en el 2006, en que la cifra fue de 436. Muertes violentas se consideran aquellas muertes que por ser sospechosas de criminalidad investigan los forenses, lo que no quiere decir que finalmente todas ellas lo sean. De hecho, de las 418 investigadas el año pasado 138 resultaron ser naturales, confirmándose como muertes violentas un total de 280.

Y de estas 280 muertes violentas contabilizadas, más de la mitad --un total de 187-- fueron accidentales, aquellas muertes registradas en accidentes de tráfico, accidentes laborales, intoxicaciones no provocadas...

En concreto, el año pasado hubo en la comunidad 187 muertes violentas accidentales (51 en la provincia de Cáceres y 136 en la de Badajoz), 87 muertes violentas suicidas (29 en Cáceres y 58 en Badajoz) y 6 muertes violentas de carácter homicida (2 en Cáceres y 4 en Badajoz). En todos los casos las cifras descendieron, salvo en el caso de las muertes suicidas, que aumentaron en 9 con respecto al 2006.

En el caso de las muertes accidentales, como se ha indicado anteriormente, más de la mitad de las registradas --136 de 280-- se debieron al tráfico. No obstante, el director del Instituto de Medicina Legal de Cáceres insistió en destacar el hecho que fue precisamente el importante descenso de muertes en accidentes de circulación --tanto en tráfico como en atropellos-- lo que hizo que el año pasado se contabilizaran menos muertes violentas en Extremadura.

Las muertes violentas de carácter homicida, por su parte, se mantienen. De hecho, se ha registrado el mismo número, seis, en los dos últimos años, aunque variando la cifra por provincias, ya que mientras que en el 2006 se contabilizaron cinco homicidios en la provincia de Badajoz y tan solo uno en la de Cáceres, en este caso el de una mujer a la que su expareja quito la vida con un arma blanca; el año pasado en Badajoz se registro uno menos (4), mientras que en Cáceres tuvo lugar uno mas (2), los de dos hombres asesinados uno de ellos con un arma de fuego y el otro con un "arma contusa", según la calificación que de ella se hace en la memoria de los forenses.