El año pasado se inscribieron 873 tractores nuevos en Extremadura. Ese mismo ejercicio, hubo más del doble de cambios de titularidad, que fueron 2.095. Y entre ellos, más de la mitad (el 55,6%, 1.164) correspondieron a máquinas que superaban los veinte años de antigüedad. Si se suman a ellas las que han sobrepasado la frontera de los diez años desde su venta, la proporción roza el 82%. Algo similar ocurre con los remolques, para los que el año pasado se contabilizó en Extremadura la venta de 365 nuevos, mientras que cambios de titularidad hubo 659, de los que 398 habían superado las dos décadas.

Entre las novedades que trajo el real decreto que regula la Inspección Técnica de Vehículos y que entró en vigor en mayo del año pasado está que todos los tractores de ruedas agrícolas o forestales, con una velocidad máxima de fabricación superior a 40 kilómetros por hora, deben pasar su primera ITV a los cuatro años y no a los ocho, como hasta entonces. Tras esta primera vez, estos vehículos deberán someterse a una inspección cada dos años, hasta que cumplan los 16 y, a partir de entonces, la frecuencia será anual. Otra novedad que introdujo esta normativa fue la obligación de tener el seguro en vigor como requisito previo para acudir a la inspección, tanto para el tractor como para el remolque y la máquina remolcada.

El resto de tractores de ruedas agrícolas o forestales, maquinas automotrices (excepto las de 1 eje), remolques especiales, máquinas remolcadas y tractocarros, continúan teniendo su primera cita obligatoria a los ocho años. Es bienal desde ese momento y cada doce meses a partir de los 16 años.