Una veintena de mataderos deben hacer frente en los próximos dos o tres años a un inversión de, al menos, un millón de euros cada uno de ellos para cumplir con la norma de calidad del cerdo ibérico. «Somos un sector tradicional que tiene que pasar al siglo XXI y rapidito», manifestó el presidente de la Asociación de Mataderos de Extremadura (Asomaex), Florencio Torres, para definir la situación en la que se encuentra el sector.

«Llegan tiempos bravos, hay que preparse», declaró tras reunirse con el presidente de la Junta para solicitarle su colaboración.

Según explicó, una veintena de mataderos extremeños, además de cumplir la norma de calidad, si quieren seguir vendiendo cerdos ibéricos certificados, deberán realizar unas inversiones «importantes» tanto en obra civil como en desarrollo humano y preparación de toda la documentación necesaria. También de acometer tareas de desarrollo informático, pues «hay que preparar tanto la herramienta como el personal». Ante este escenario, Asomaex pide a la Administración autonómica «agilidad» y «facilidad» para poder beneficiarse de las líneas de ayuda que tiene implementadas con Bruselas.