El número de matanzas domiciliarias de cerdos ha descendido un 58% en Extremadura durante los últimos cinco años, mientras que la cifra de animales sacrificados por este sistema ha disminuido hasta un 66% en el mismo periodo.

Según datos oficiales de declaraciones de matanzas domiciliarias manejados por la Consejería de Sanidad y Consumo, durante la temporada 2001-2002 se realizaron en la comunidad autónoma 26.541 matanzas tradicionales, con un total de 63.086 cerdos sacrificados (a una media de 2,4 animales sacrificados por matanza). En la última campaña esas cifras se han reducido a apenas 11.483 matanzas y 21.156 cerdos.

Según la Junta de Extremadura, de continuar esta tendencia, dentro de unos pocos años esta tradición, tan arraigada en Extremadura, podría convertirse en una actividad "meramente residual". Para el Gobierno regional, las causas de este fuerte descenso radican, entre otros motivos, en la fácil adquisición de alimentos cárnicos en cualquier momento y época del año. Esto, según explica, hace innecesario proveerse o abastecerse, como en el pasado, de productos duraderos y con gran aporte nutricional para los meses de frío.

Otro de los argumentos es la "urbanización" de gran parte de la población, que se ha desplazado a las ciudades o urbes de mayor tamaño y abandonado las zonas y las costumbres rurales.

LA GLOBALIZACION Según ha apuntado la Junta de Extremadura, también ha influido la globalización de los medios de comunicación (internet, móviles, medios de transportes), que ha provocado que entre las familias crezca la sensación de que es menos necesario reunirse, uno de los motivos que se encontraba detrás de la celebración de las matanzas.

Asimismo, la Administración autonómica ha destacado que cada vez es menor el número de personas en la región que pueden criar cerdos durante todo el año con el fin de tenerlos preparados para el momento de realizar el sacrificio del animal.