La crisis económica ha chocado de frente contra el sector extremeño de las autoescuelas, que en los últimos meses ha visto como la presencia de alumnos en sus aulas bajaba a la mitad. Esta situación les ha obligado en muchos casos a reducir tanto plantilla como flota de vehículos y a trabajar "bajo mínimos", asegura Emilia Gómez, presidenta de la Asociación de autoescuelas de Badajoz, que señala que "aún no se ha cerrado ninguna autoescuela, pero si la situación sigue tal y como está ahora, no creo que se tarde mucho en empezar a cerrar centros, porque con los precios que se están cobrando no se cubren ni los gastos".

Según las estimaciones de esta asociación, la caída en las matriculaciones en la provincia de Badajoz está entre el 50 y el 60% en lo que va de año. "El descenso ha sido repentino y brutal. Lo empezamos a notar en noviembre. En enero el declive fue total y en febrero comenzaron las reestructuraciones", indica Gómez, que añade que "no hay movimiento de alumnos, ni siquiera para preguntar".

En cuanto a las plantillas, calcula que las autoescuelas pacenses han reducido en torno a un tercio de su profesorado: "El año pasado por estas fechas estábamos buscando profesores por todas partes porque no había suficientes para cubrir la demanda. De hecho, aquí tuvieron que venir muchos profesores portugueses". Y entre los que se han quedado, incide, algunos han tenido que comenzar a trabajar a media jornada.

En el caso de la provincia de Cáceres, Francisco García, presidente de la asociación provincial de autoescuelas, cifra en "alrededor de un 40%" el descenso en las matriculaciones. "Fue del verano pasado en adelante cuando empezó a notarse, aunque ha sido ya este mismo año cuando el descenso ha sido mayor", puntualiza García, que también confirma que en Cáceres ha habido que prescindir de aproximadamente un tercio de los profesores.

Un estudio de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) dado a conocer la semana pasadas apuntaba que en el último semestre la cifra de los alumnos que pedían una reducción de las clases prácticas se había incrementado en toda España en un 58%. "Si antes daban una media de veinte horas, ahora con 12 o con 15 intentan solucionarlo. La gente va más justita al examen", sostiene Francisco García. "Por mucho que se lo digas, insisten en presentarse, pero no están preparados. El número de suspensos se ha incrementado porque no van con la preparación suficiente", resalta Emilia Gómez.

HACIENDO OFERTAS Ante esta situación, muchas autoescuelas han optado por las ofertas --"Con rebajas de hasta más de un 50% en la matrícula y sobre un 4 o un 5% en las prácticas", concreta la presidenta de las autoescuelas pacenses--, en un sector que es dado ya de por sí a las guerras de precios. Ni siquiera las ayudas de la Junta (188 euros) para los jóvenes de hasta 21 que quieran sacarse el carnet han conseguido frenar la caída. "No se ha notado mucho. Eso sí, los jóvenes que vienen enseguida preguntan", dice García.

Otro de los efectos de la crisis sobre este sector es que se ha acentuado el número de personas que abandonan los estudios una vez matriculados. Según el informe de la CNAE, los abandonos o aplazamientos han aumentado en un 39%. "Hay alumnos con el teórico aprobado que no tienen para las prácticas y deciden esperar para sacarse el práctico" (el plazo puede ser de hasta dos años), aclara Emilia Gómez.

Claro que, hasta en las peores situaciones de crisis hay excepciones. "En los últimos 3 o 4 meses hemos conseguido aumentar algo el número de alumnos", afirman desde la autoescuela cacereña Gran Vía. "La cosa también depende de lo que tú te muevas. Nosotros estamos realizado ofertas y haciendo publicidad por todos sitios", argumentan.