Las matronas extremeñas reclaman que se respete el derecho de las mujeres a estar acompañadas en todo momento por una persona de su entorno, cuando ingresan para dar a luz. Apuntan a que ahora mismo eso se está incumpliendo en muchos momentos en todos los hospitales de la región y alertan de la inseguridad que eso genera a las parturientas y los efectos negativos que puede tener. La Asociación Profesional de Matronas Extremeñas (Apmex) ha remitido un escrito a la Gerencia del SES, en el que solicita que se implante un protocolo que unifique criterios en los hospitales de la región en esta situación excepcional y también que se proporcionen las suficientes medidas de protección a las mujeres, a su acompañante y a los equipos que las atienden, para que se pueda garantizar en todo momento la seguridad frente a posibles contagios de covid-19.

Como recuerdan las matronas, todas las sociedades nacionales e internacionales relacionadas con los cuidados perinatales coinciden en que la mujer debe estar acompañada en el momento del parto y se debe respetar el parto natural. Ahora sin embargo, cada caso queda a criterio el hospital o el turno.

«En cada momento se están viviendo situaciones completamente diferentes porque no hay personal suficiente ni material necesario. Con eso, hay mujeres que pueden entrar acompañadas al paritorio y otras no, en función de la persona que deba tomar la decisión y los medios a su alcance», afirma Isabel Manzano, presidenta del colectivo. El problema radica, según explica, en que no hay medios suficientes para garantizar la seguridad, lo que está abocando a las profesionales a decidir entre respetar los principios del parto natural que defienden en los hospitales de la región o los criterios de seguridad. «Entendemos que la situación que estamos viviendo es excepcional, pero tras más de tres semanas luchando contra la pandemia, no podemos permitir que la falta de recursos siga exponiéndonos y haciéndonos responsables de no respetar los derechos de las mujeres», señala el colectivo en un escrito que han hecho llegar también al SES.

FALTAN MEDIOS / Afirman además que las bajas de efectivos que han tenido a causa del coronavirus en algunos servicios no se han suplido con personal formado sino con las matronas residentes que ya estaban prestando apoyo. «No es ético que asuman la responsabilidad de un parto supliendo a un profesional ya formado», advierten. Fuentes del SES afirman que no tienen constancia de que eso se haya producido, «aunque puede ser que en el algún caso en el que esté el ginecólogo y el residente. Pero no es lo habitual», afirman.

En cuanto a la situación de los paritorios desde que se desencadeno la pandemia, en el SES afirman que cada área de salud adapta el protocolo existente «a su estructura y medios». Pero asumen que no todos pueden hacer el mismo seguimiento y reconocen que la situación varía según el caso, el momento y las limitaciones de cada área de salud.

EL PROTOCOLO / Según explican fuentes de este departamento, como norma general las mujeres embarazadas pueden acudir al centro hospitalario acompañadas de una persona en el momento del parto. Accederán por el servicio de Urgencias, donde hay entradas diferenciadas para los casos coronavirus y el resto para evitar contagios. A partir de se momento, el SES reconoce que no siempre se le puede permitir el acceso de los acompañantes después durante las siguientes fases del parto, como sí se hacía hasta hace dos meses.

Por ejemplo, en la zona de dilatación (donde permanece la mujer en las primeras fases del parto) solo puede entrar si no hay otra paciente en la sala; y en ningún caso se permitirá, si la mujer es positiva en covid o probable. En el alumbramiento (la fase final) «dependiendo del área de salud, podrá entrar el acompañante o no», afirman. El SES recuerda además que no están permitidas las visitas de los familiares a la planta.