El mayor ejército del mundo se esconde en cada persona. Es poco conocido, aunque sus fallos estén detrás de algunas afecciones comunes como las alergias o la diabetes, aunque en él radique uno de los principales logros de la medicina, las vacunas, y también a pesar de que su estudio está inmerso en avances que se prevén que en los próximos años revolucionarán el tratamiento del cáncer. Es tan desconocido, que se ha decido que al menos un día (el 29 de abril) al año, cualquiera pueda acercarse un poco más él. Porque, insisten los expertos, es uno de los pilares de la medicina: la Inmunología.

El Hospital Infanta Cristina de Badajoz y el San Pedro de Alcántara en Cáceres son los centros de referencia de la región y la actividad en ambos confluye en muchos aspectos, aunque en campos concretos de la Inmunología están muy especializados. La unidad del Infanta Cristina, por ejemplo, es la única en la región que practica los test de compatibilidad, imprescindibles en la realización de transplantes y garantes de que el sistema inmunológico del receptor aceptará el cuerpo extraño que supone el nuevo órgano.

La unidad se puso en marcha en 1988 y desde entonces no ha cesado de crecer en personal y en actividad. Según los últimos datos disponibles, en el año 2014 practicaron en esta unidad 1.300 estudios para trasplantes renales y 860 de médula ósea, además de 3.900 estudios asociados de compatibilidad.

Respuesta excesiva

"En un gran porcentaje de enfermedades habituales tienen una parte inmunológica", reivindica Luisa Vargas, Inmunóloga del Hospital Infanta Cristina de Badajoz. Las alteraciones en el sistema inmunológico, bien porque falla o porque se equivoca, suponen un problema en el sistema defensivo del organismo que "se ataca a sí mismo", añade Luis Fernández Pereira, Inmunólogo del Hospital San Pedro de Alcántara, que realiza cada año 10.000 estudios de inmunoglobulina para detectar distintas patologías ligadas a fallos en el sistema inmune.

La principal complejidad de esta disciplina radica en que el sistema inmune se ha empezado a descubrir y descifrar hace poco más de 40 años, según resaltan los expertos, aunque casi dos siglos antes se producía uno de los grandes avances de la medicina ligado a él: la aparición de las vacunas. "Esto es porque el sistema inmune tiene memoria, por lo que cuando una persona recibe una vacuna y después se infecta con ese virus o esa bacteria, su organismo ya sabe cómo tiene que combatirlo porque se ha enfrentado antes", explica de forma gráfica sobre el éxito de la vacunación.

En la inmunología está también la respuesta a la celiaquía (que es una hipersensibilidad al gluten) o a la diabetes mellitus tipo I y la artritis reumatoide, pero también a cualquier tipo de alergia, que es "una respuesta excesiva del sistema inmunológico, frente a algo (agente externo, alimento, medicamento...) que debería ser inocuo". De hecho, el Hospital San Pedro de Alcántara practica desde hace diez años un test ' in vitro' para detectar alergias a fármacos. El método tradicional consiste en exponer al enfermo a una dosis baja del fármaco, para evaluar la reacción. Es más costoso y más peligroso para el paciente y de hecho se lleva a cabo en unidades próximas a las de Cuidados Intensivos. Con este test se llega a la misma conclusión, pero a través de un tubo de ensayo y una muestra de sangre.

Una revolución

Y aunque aún se están dando los primeros pasos, todos los expertos coinciden en señalar que en la Inmunología, y la inmunoterapia, son el futuro frente al cáncer. "Se está observando que muchos pacientes están consiguiendo aumentar la esperanza de vida gracias a esa activación del sistema inmunitario", concluye Raquel Tarazona, profesora de Inmunología de la Uex. La terapia ya se está utilizando en ensayos clínicos, aunque está en una fase muy inicial y solo se aplica a casos muy concretos y tipos concretos de cáncer. Pero se considera que será una de la principales herramientas de futuro para el tratamiento de la enfermedad, junto con otro tipo de terapias.

El secreto de la inmunoterapia contra el cáncer quedó desvelado en la revista Science en el 2013. Básicamente radica en que el sistema inmunológico no se defiende de las células cancerígenas porque no las reconoce como células malas . La terapia inmunológica en fase de estudio se basa, precisamente, en permitir que las reconozca y en "acelerar el sistema inmunológico para que pueda luchar de forma eficaz contra las células malignas", dice Tarazona, que reconoce que se están dando los primeros pasos de "un largo camino por andar" para el mayor ejército del mundo.