Los centros públicos para los alumnos de 0 a 3 años no abrirán sus puertas a partir del próximo lunes aunque así esté permitido en la fase 2 de la desescalada, que se espera alcanzar el próximo lunes, y tampoco lo harán la mayoría de los centros de infantil privados de la región.

Así lo han decidido unas 70 guarderías que conforman la Asociación de Centros de Educación Infantil y Guarderías de Extremadura (en las últimas horas no han parado de integrarse a este colectivo nuevoscentros). Lamentan el trastorno que puede causar a algunas familias a la hora de conciliar, pero consideran que no pueden garantizar la distancia social entre los menores ni las condiciones de seguridad. «Tendríamos que tener a los niños todo el día sentados en las tronas para poder garantizar la distancia mínima de dos metros. No estamos en condiciones de abrir y no nos están dejando otra opción».

Lamentan que ni siquiera existe una orden o protocolo específico para estos centros que determine cómo afrontar la nueva normalidad y echan en falta una solución por parte de la administración. «Siempre hemos sido los grandes olvidados a pesar de que en ciudades como Badajoz, por ejemplo, atendemos al 60% o el 70% de los alumnos de 0 a 3 años», señala el portavoz del colectivo, Juan Ruiz.

Critican que, sin ningún tipo de reunión previa, la Consejería de Educación deje en sus manos la responsabilidad de abrir o permanecer cerrados a partir de la próxima semana «conociendo nuestras circunstancias, cuando son ellos los que manejan toda la información sanitaria y ellos deciden no abrir». Apuntan, incluso, que con esa pasividad la administración les pone en la tesitura de abrir por la necesidad de los padres y arriesgarse para poder subsistir y «solucionar a la administración así la papeleta de la conciliación».

Desde la asociación regional señalan que la situación es muy crítica para este sector y puede serlo mucho más de cara al próximo curso. Por eso, han decidido evitar ahora correr ahora riesgos y evitar convertirse en posibles focos de contagio, con el fin de poder ofrecer el servicio de cara al próximo curso. Eso, si los costes de esta situación de cierre les permite su continuidad. «Los centros privados tenemos una rentabilidad muy baja, si no podemos tener el 70% de nuestro alumnado tenemos pérdidas. Si para el año que viene se habla de que solo acojamos al 50%, supone que muchos centros quebrarán, dejarán de prestar el servicio y ahí sí se viene un problema gordo de conciliación. Ahora es un problema circunstancial, pero el curso que viene podría ser crónico», explica.

Por eso, llevan días intentando hablar con la consejera de Educación para que atienda su petición y les ayude a buscar una solución que les permita sobrellevar la situación con el fin de seguir contribuyendo a facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral de tantos extremeños. Recuerdan que los 70 centros de infantil privados repartidos por toda la comunidad que conforman la asociación atienden a más de 2.500 pequeños alumnos.