La propuesta de Ibarra no encajó ni en su propio partido, desde donde también se sumaron a las críticas nacionalistas. Los socialistas catalanes y vascos rechazaron la iniciativa y, así, el primer secretario del PSC, José Montilla, aseguró que se trata de una opinión minoritaria que no comparten la inmensa mayoría de los socialistas, mientras que el secretario general del PSE-EE, Patxi López, mostró su "total desacuerdo" con su compañero de partido.

Desde el PP su utilizó la idea de contradicción con los planteamientos de la España plural, para sostener que la propuesta de Rodríguez Ibarra prueba lo que el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Javier Arenas, denominó "guirigay" en el PSOE. El candidato del PP, Mariano Rajoy, aseguró que el PSOE "no tiene una idea de España", informa Efe.

La iniciativa no recibió el apoyo ni siquiera de la formación política que resultaría más beneficiada con ella, Izquierda Unida, que la tildó de "disparatada". Lógicamente, las reacciones más críticas partieron de las fuerzas nacionalistas y, entre ellas, la que Ibarra reconoció que más le había afectado fue la del portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, quien afirmó que defendía "lo que siempre ha planteado ETA".