"Cada año, con el nuevo curso, el otoño se convierte en primavera". Con este ánimo, a sus 85 años, recibe Francisco Pedraja, pintor expresionista y catedrático de Historia del Arte, la Medalla de Extremadura que ayer le fue concedida por el Gobierno regional: "Llega en un momento muy bueno, en el que estoy optimista, pintando mucho y me anima a lanzarme hacia el futuro".

Pedraja, nacido en Madrid pero residente en Badajoz desde los 11 años, recibió en 2007 el título de hijo adoptivo de la capital pacense, "de modo que ya soy extremeño de verdad", bromea sobre su relación con esta región con la que siempre se ha sentido identificado. Por eso, considera la medalla "el premio más importante" de los que ha recibido, por ser el de mayor rango que concede el Ejecutivo extremeño.

Además, lo considera un nuevo empujón para su trayectoria, en la que se mantiene muy activo. "Estoy pintando mucho y preparando, con calma, una exposición en Madrid", explica. Además, no se olvida, como tampoco la Junta a la hora de concederle el galardón, de su labor docente, que le llevó del Instituto Zurbarán a la Escuela de Magisterio y, luego, a la cátedra de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura. De sus conocimientos se benefician ahora sus alumnos de la Universidad de Mayores, que le entusiasma: "Siempre que llega algo nuevo, me sienta muy bien. Me ocurre cada curso y también con esta medalla".