-En cuatro años ha pasado de concejal a consejero.

-Fue una sorpresa. Lo estoy viviendo con ilusión, con muchas ganas; al final es otro reto. Pierdes parte de la cercanía con la gente pero también ganas en campo de visión; y puedes trasladar tu trabajo y tu saber hacer a un ámbito mayor.

-¿Se lo había planteado como objetivo?

-Yo estoy en la política por accidente. Me iba a Chile a llevar la dirección de un proyecto con la empresa Abengoa, una torre solar de concentración, y me llamó el alcalde de Mérida, que es amigo, para ofrecerme ser concejal (en la anterior legislatura, en 2015). Al final te vienes porque tienes cierta predisposición al servicio público, porque tal cual está la política hoy, económicamente no interesa y además está hasta mal visto. Un profesional de la empresa privada.. Yo pensaba volver a mi trabajo ya (como ingeniero industrial en el sector de la energía solar), pero entonces surgió esta oportunidad, que me lo planteo como un gran reto.

-Defiende que es necesaria la estabilidad política para que las empresas se sientan seguras para invertir, algo que no ocurre a nivel nacional.

-Creo que es un fracaso lo que ha pasado.

-¿Tienen la misma responsabilidad Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?

-Repartir culpas en una situación así es bastante complicado. ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?

-¿Cómo se sentiría más cómodo: con el PSOE llegando a acuerdos con Ciudadanos o con Unidas Podemos?

-Me sentiría igual de cómodo con Ciudadanos que con Podemos. Exactamente igual.