Dicen los alergólogos que cuando hay una buena campaña para la cosecha de cereal, habrá una mala primavera para los alérgicos. Las lluvias del último otoño hacen prever en el campo un buen año 2009, por lo que se espera que sea difícil en lo que concierne a las alergias al polen.

"Nos esperan unos meses problemáticos", corrobora Jesús Miguel García, del servicio de Alergología del Hospital Infanta Cristina de Badajoz. Y su tesis la avala Pedro Bobadilla, alergólogo de distintos centros clínicos de la región: "Cuando llueve mucho, como ha ocurrido este otoño, las alergias suelen ser más intensas porque la polinización es mayor".

Según los datos que ayer facilitó el presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Javier Subiza, se espera que las concentraciones de polen de gramíneas superen este año los 5.100 gramos por metro cuadrado de aire. Eso es un nivel alto en intensidad alérgica dentro de la escala que manejan los expertos. El año pasado, que fue suave, apenas se superaron los 4.000 gramos.

En el caso de Extremadura la situación puede ser más grave. La región, especialmente en la provincia de Badajoz, y junto al norte de Andalucía, es la zona de mayor concentración de gramíneas --procedentes sobre todo de los cereales y el tipo de polen que producen la mayor parte de las reacciones alérgicas-- de España.

SOLO UNA PREVISION Pero los alergólogos insisten en que es solo una previsión. Tanto el doctor García como el doctor Bobadilla subrayan que aunque el pronóstico apunta hacia una primavera complicada, "si llueve durante los próximos meses, especialmente en mayo, la incidencia será menor". "Con las precipitaciones la concentración de polen en aire baja, éste se queda más fijado al suelo y los alérgicos sufren menos los síntomas", explica Pedro Bobadilla.

En estas semanas iniciales de buena climatología las concentraciones de polen aún son bajas. Según el último boletín de Sistema de Información Aerobiológica de la Universidad de Extremadura --correspondiente al pasado lunes--, los registros no son elevados aunque se espera una tendencia al alza en los próximos días. "En la mayor parte de los casos los síntomas que aparecen a estas alturas del año son leves, como congestión nasal o picor en los ojos. El pico de incidencia se suele producir durante los últimos días de abril y los primeros de mayo, en plena floración de la mayor parte de plantas", apunta el doctor García.

Aproximadamente el 25% de la población extremeña sufre algún tipo de alergia relacionada con el polen. Y el número de casos va en aumento. "Es un hecho que constatamos en las consultas. No solo en la gente joven, sino que cada vez nos encontramos con más casos en edades más extremas, es decir a edades más bajas y entre la gente mayor", atestiguan los alergólogos extremeños. Los últimos estudios sobre estas enfermedades avanzan que, en el horizonte del 2020, la mitad de la población será alérgica.

Las teorías sobre el incremento de la alergia apuntan habitualmente hacia el abuso de los productos químicos relacionados con la higiene personal y con los medicamentos --lo que modifica el comportamiento del sistema inmunológico--. Pero además, hay investigaciones que avalan que las partículas de los vehículos diésel interaccionan con el polen aumentando el potencial alérgico.