Cada médico de familia de la región atendió a una media de 32,2 pacientes al día en su consulta durante el 2015. Este parámetro, denominado presión asistencial, se ha mantenido estable en la comunidad respecto al 2014 --cuando fue del 31,5-- y el 2013 --del 32,1-- y está obtenido como promedio de los indicadores de cada una de las ocho áreas de salud extremeñas. En estos tres últimos años, es especialmente significativa la caída experimentada en las dos áreas con mayor carga asistencial: la de Mérida, que pasa de 38,5 pacientes a 36,7, y la de Badajoz, de 36,7 a 33,7, tendencia a la baja que desde la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales extremeña se atribuye "probablemente" a "la mejor gestión de las consultas administrativas gracias a la implantación de la receta electrónica en el sistema JARA".

En el caso de las consultas de pediatría el promedio de pacientes atendidos al día fue de 23,6 en el 2015, cifra que se mantiene "más o menos constante a lo largo de los años pues se beneficia en menor medida que la consulta de medicina de familia de la implantación de la receta electrónica", se apunta. En cuanto a las consultas de enfermería la presión asistencial media de Extremadura es de 17 pacientes por jornada, lo que supone un descenso si se comparan con los 18,4 y 18,9 contabilizados en el 2014 y el 2013, respectivamente.

Un reciente informe del Foro de Médicos de Atención Primaria señalaba que un 41% de los médicos de familia españoles --hasta un 69,7% en situaciones especiales-- supera las cuarenta personas atendidas por día de media, y un 53,4% de los pediatras --que pueden llegar a ser el 87,6%-- los 30 niños atendidos, "lo que lleva a un incremento muy importante de la carga de trabajo y a la aparición de demoras en la atención".

En este sentido, Leopoldo Gil, presidente de la Federación de Atención Primaria del Sindicato Médico de Extremadura (Simex), asegura que la atención de más de treinta pacientes al día es ya de por sí una media "elevada", pero que además es muy variable. "En muchas zonas y en muchas ocasiones sube a los 38 o 40, lo que no es asumible si se quiere hacer una Atención Primaria de calidad y con garantías para el ciudadano", sostiene, ya que una masificación de las consultas obliga, entre otras cosas, a reducir los tiempos de atención a los pacientes. En opinión de este responsable del Simex, hace falta más inversión en este ámbito asistencial que es donde, arguye, "más se ha recortado en cuanto a personal y en cuanto a presupuesto" en los años de crisis.

Gil pone como ejemplo los descansos de verano: "En el periodo estival solo se cubre el 33% de las personas que están de vacaciones. El trabajo del resto lo tienen que asumir los compañeros que se quedan en el equipo", incide, lo que eleva sensiblemente el volumen de pacientes. Situación que, añade, también ocurre durante el resto del año "con las bajas laborales o los días de libre disposición para los que no hay sustitutos".

En este sentido, según las estadísticas del SES hay una sensible diferencia en la presión asistencial entre algunas de las áreas de salud de la región. Así, mientras que en la de Mérida la media es de 36,7, en la de Navalmoral de la Mata es de 27,6 y de 29,3 en la de Cáceres. En el caso de pediatría, se oscila entre los 19,9 niños atendidos en el área de Llerena-Zafra y los 29,7 de la de Navalmoral.

En el lado positivo, Leopoldo Gil sí reconoce que "la receta electrónica ha sido un logro muy importante. Ha liberado mucho las consultas desde el punto de vista administrativo", si bien, precisa, "aún queda mucha burocracia: certificaciones, partes de bajas, informes...., tareas que le roban mucho tiempo al médico".

Por lo que respecta a las cifras de frecuentación --el número de veces que un usuario acude a la consulta de su médico de familia, pediatra o enfermero de media a lo largo de un año-- en la región se han mantenido constantes en los últimos tres años, aunque con una leve tendencia a la baja. De media, cada extremeño visita la consulta del médico de familia siete veces al año. En este indicador --muy vinculado al envejecimiento de la población-- también se registran importantes diferencias en función del área del salud de la que se trate. Así, mientras que en la de Badajoz apenas se superan las seis veces por año, en la de Coria es de casi 8,5.